La "lámina de agua" del Síndic Ribó choca con la normativa urbanística

Preguntada sobre la cuestión, la Sindicatura no ha contestado si el estanque de su máximo responsable junto a su despacho cumple con el CTE ni si tiene proyecto técnico propio que avale las cargas, ni al resto de preguntas de Crónica Global. Los expertos, por su parte, discrepan sobre si la piscina se ajusta a normativa. El debate reside en si la pileta cumple las sobrecargas de uso del CTE, que fija los requisitos básicos de construcción que recoge la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE). 

200 kilos por metro frente a 400

Los valores se pueden consultar en el documento básico SE-AE [leer aquí]. La carga máxima concentrada en una cubierta transitable, como es la terraza del ático de la Sindicatura de Greuges donde se construyó la piscina, es de 2 kilonewton (KN) por metro cuadrado, equivalente a unos 200 kilogramos por metro cuadrado. ¿Cuánto pesa la alberca del Síndic? Su altura máxima es de 40 centímetros, y se llenó a plena capacidad al menos una vez. 

La sobrecarga máxima en cubiertas fijada por el CTE, marcada en verde / CG

Con el peso estándar del agua, que es de un kilo por metro cuadrado, la "lámina de agua" del defensor del pueblo autonómico pesa, llena, 400 kilos por m2. Ello rebasa, y de largo, el límite máximo del CTE. 

"Es inaceptable"

Es lo que destaca José Luis Martínez, arquitecto superior con despacho en Barcelona. En conversación con este medio, el profesional tilda de "inaceptable" la solución constructiva del Síndic de Greuges para su minipiscina, enmarcada en una reforma de 5,6 millones de la sede de la Sindicatura en Barcelona. "El peso del agua no puede ir sobre el forjado existente [como muestran las fotografías aportadas por el organismo]. En todo caso, habría que colocar una losa separada del forjado", recuerda.

De hecho, la pileta del Síndic Ribó es tan deficiente que "por eso tuvieron que hacer una lámina de agua tan fina, porque no va sobre una losa y los pesos exceden". Martínez subraya que una construcción así no puede ir sobre una azotea sin peana. "Hay que colocarla, en su defecto, sobre una losa elevada por pilares que prolonguen el forjado que aguanta la cubierta existente. En ese caso, sí se podrían superar los 40 centímetros de profundidad", opina. 

"El coeficiente de carga lo permite"

Una opinión distinta tiene Salva Calvo, ingeniero de edificación y arquitecto. "La clave es preguntar cuánta carga soportan los forjados. Hay dos elementos: la venida de agua en caso de lluvia, si se taponan las tuberías y la nieve, que puede pesar mucho", explica. A esta presión se le suma otra: las piscinas o estanques en azoteas. "El CTE fija una sobrecarga máxima en cubiertas transitables de 200 KN/m2, que son unos 200 kilos. A esa cifra hay que sumarle el coeficiente de carga y hay que aplicarle el intervalo de seguridad de 1.5, lo que da un peso máximo de 400 kilos por metro cuadrado", resume. 

La alberca que se construyó el Síndic de Greuges, cubierta con césped / CG 

Con este cálculo, la "lámina de agua" del Síndic Ribó cumpliría la normativa urbanística. Siempre que se realizara un "estudio de cargas" en el momento de la reforma de la sede de la Sindicatura de Cuentas. Calvo apunta a otro elemento de debate: la posición. "No es lo mismo colocar una piscina sobre el centro de un forjado que al lado de un pilar. Son situaciones distintas", recuerda. 

El Colegio de Aparejadores lo "desaconseja"

¿Qué dice el Colegio de Aparejadores de Barcelona (CAATEEB)? Jaume Arbós, técnico del ente colegial, recuerda que la institución "desaconseja este tipo de obras", sobre todo en edificios antiguos, "porque no están pensados ni preparados para ello". Arbós enfatiza que el CTE fija la "máxima sobrecarga" de una cubierta. Si se excede, hay exceso de peso, lo que podría, en el mejor de los casos "originar patologías, como grietas o fisuras", o un hundimiento, en el peor de los escenarios. 

"En general, desaconsejamos la idea de colocar piscinas portátiles o de obra en azoteas no pensadas para ello. En todo caso, se recomienda que un técnico realice un estudio de cargas para ver si es viable o no", señala. Hay un problema. "A menudo no lo hay y nadie lo controla", avisa. Si la alberca del Síndic Ribó hubiera incurrido en este caso, el organismo se impone a sanciones por parte de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona. "Si un vecino denuncia al detectar una actividad no autorizada en la azotea, puede haber procedimiento sancionador. Y si hay reiteración, una multa", apostilla la misma voz experta.