La consejera de Enseñanza de la Generalitat, Irene Rigau, junto a otros políticos, durante una manifestación contra el bilingüismo escolar celebrada en junio de 2014 en Barcelona

La consejera de Enseñanza de la Generalitat, Irene Rigau, junto a otros políticos, durante una manifestación contra el bilingüismo escolar celebrada en junio de 2014 en Barcelona

Política

Rigau potencia la oferta de institutos en francés pero mantiene el veto al castellano

El próximo curso, la Generalitat ofrecerá educación bilingüe en catalán y francés -con, al menos, un tercio del horario en esta lengua- en 43 centros de 33 poblaciones. Sin embargo, sigue negándose a introducir el castellano como lengua vehicular escolar junto al catalán, pese a que así lo establecen las leyes y los tribunales.

14 julio, 2015 13:35

La Generalitat sigue manteniendo un doble discurso en relación a la inmersión lingüística: por una parte, rechaza introducir el castellano como lengua vehicular escolar junto al catalán (ni siquiera en un 25%, como ha ordenado el TSJC); pero por otra, cada año incrementa el número de centros públicos que ofrecen clases bilingües, en catalán y en francés.

Esta flagrante contradicción viene produciéndose desde el curso 2010-2011, cuando empezó a aplicarse el programa Batxibac en Cataluña. Los institutos autorizados ofrecen, al menos, un tercio del horario lectivo en francés, además de las materias de lengua y literatura francesas y de Historia de Francia. En total, los alumnos reciben en esta lengua cinco asignaturas y unas diez horas semanales. Aquellos que completan este programa obtienen la doble titulación de bachillerato español y francés (baccalauréat).

Objetivo: ofrecer educación bilingüe en catalán y francés en un 10% de los institutos

En el curso 2010-2011 el Batxibac entró en funcionamiento en cuatro centros. Al año siguiente la oferta aumentó hasta once institutos. El curso 2012-2013 ya eran quince los centros públicos y concertados que ofrecían el bachillerato bilingüe en francés y catalán. En el curso actual la oferta asciende a 27 centros. Y la Consejería de Enseñanza ya ha anunciado que para el curso 2015-2016 habrá 16 centros más, es decir, 43 (de los que 35 son públicos y 8 concertados).

Esta red se extiende por 33 poblaciones repartidas por toda la geografía catalana, cubriendo las diez zonas en las que se dividen los servicios territoriales del departamento de Enseñanza.

La propia consejera, Irene Rigau, ha presumido recientemente de que el 7,8% de los centros públicos de bachillerato tienen implantado el programa Batxibac, lo que hace asumible el objetivo fijado de ofrecer educación bilingüe en catalán y francés en un 10% de los institutos de Cataluña.

Peor trato al castellano que al inglés y el francés

Este planteamiento contrasta significativamente con la actitud beligerante que la Generalitat mantiene en relación a la enseñanza bilingüe en catalán y español. La Consejería de Enseñanza sigue aplicando la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán, pese a que los tribunales hace años que han dictaminado que se trata de un modelo ilegal.

Pero establece dos excepciones: el programa Batxibac (en catalán y francés) y la introducción progresiva del inglés como lengua vehicular de asignaturas no lingüísticas (en concreto, está previsto que para 2018 se imparta en inglés entre el 12% y el 18% de todo el currículo escolar). Es decir, la Generalitat otorga un trato peor al castellano que al inglés y el francés.

Los argumentos pro inmersión se olvidan en el caso del Batxibac

Por otra parte, cabe recordar que uno de los argumentos utilizados por la Consejería de Enseñanza para rechazar la educación bilingüe en catalán y castellano es el de que no se quiere separar a los alumnos por razón de lengua.

Sin embargo, este razonamiento no se tiene en cuenta en el caso del Batxibac. Como tampoco parece importar la baja demanda del programa -otro de los argumentos utilizados para vetar la educación bilingüe en castellano y catalán-, al que solo se han apuntado medio millar de alumnos en toda Cataluña.