El consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell

El consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell

Política

Revientan la seguridad pública, los Mossos d'Esquadra y Trias

La fragilidad de origen y base política de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana de Barcelona se ha instalado sobre la mesa. Predomina el criterio de que a Xavier Trias le han "hecho la cama" (ayudados por él mismo) y que no podrá ni intentar repetir como alcalde. Un caso menor de okupas ha acreditado la inconsistencia del poder establecido.

6 junio, 2014 05:14

Querían hacernos creer que teníamos una policía catalana, los Mossos d'Esquadra. Los honestos y ahora pocos militantes moderados de CDC también se creían que tenían, con Xavier Trias, un contrapunto moderado y presentable del extremista impresentable. Mas. Era la reiteración de un cuento de Andersen, que también se ha acabado. El reyezuelo Mas está desnudo, al desvanecerse dos espejismos. Pero de iure mantiene un poder que sólo ha desprestigiado.

En el caso de Can Vies, Mas ha vuelto a demostrar que todo le da igual, menos su poltrona. Además, Mas es lo que en Cataluña se dice "un mal amigo" capaz de hacer rebotar contra sus colaboradores sus propias maldades. Los que todavía están a su lado pueden empezar a temblar pensando en cómo les culpabilizará cuando sea expulsado de la Generalidad.

La realidad se ha comido el mito

Parafraseando el título del conocido y falsario libro de John Reed (interpretado en el film Reds por Warren Beatty), no han hecho falta ni diez días para que se viera el lado oculto de una tortilla finalmente invertida. Hace mucho tiempo que existe una pretendidamente magnífica seguridad ciudadana inventada por la cínica y mentirosa TV3 y otra seguridad real, hecha pedazos, a pulso. Por cierto, ¿alguien recuerda alguna pregunta parlamentaria seria y de fondo, no sólo circunstancial, formulada en el Parlamento autonómico?

En todo caso, el desconcierto general de los Mossos, atribuible a su cúpula política y a su también cúpula corporativa -hija de la primera- no me ha sorprendido. El pasado 13 de noviembre publiqué aquí un artículo exponiendo que los Mossos eran un síntoma de un desastre general. Incluía una serie de catorce artículos publicados en 2007 en el Diari de Girona. Podían hacer recordar una novela de Dashiell Hammett o de Graham Green. O vete a saber si la magnífica obra de Greene The Comediants, inspirada en la Haití de Duvalier padre, "Papá Doc". Lo escribo conociendo bien Haití y añorando su inefable Hotel Olofsson.

Falseando los problemas de los Mossos

Desde sus orígenes el tema de los Mossos d'Esquadra ha sido falseado de manera alocada. Ha habido colas para decir mentiras del tamaño de casas de payés. Por lo tanto, encarrilar el tema parece sobrehumano. Resulta lógico que el Consejo Ejecutivo del martes de CDC y de UDC no pudiera ni siquiera designar un nuevo director del cuerpo, cargo vacante desde el pasado 26 de mayo. Parodiando, un poco (hoy menos que ayer y quizás más que mañana) nos podemos encontrar con una ciudad quemando y con algún émulo de un Nerón de iure tocando la lira, junto con otro Nerón de facto. En cambio, no es ninguna parodia afirmar que, aquí y ahora, hay un tipo de poder -que el admirado Max Weber calificaba de "violencia legítima"- que está en la calle. Cuando esto ha sucedido, a menudo lo han recogido los más atrevidos y peligrosos.

El pasado jueves escribí en el Diari de Girona un primer análisis basado en cómo Trias es visto como un peligro por Artur Mas. No tengo nada que rectificar, más bien al contrario. Hoy en Cataluña hay muchos políticos que no saben por dónde tirar. Pero no hay ninguno que esté tan cogido por el cuello, debido a las cuerdas que él solito se ha ido poniendo, como el propio Artur Mas.

La Prensa del Movimiento

Mas abrió irresponsable e irracionalmente una inmensa caja de los truenos. Ahora le resuenan dentro de su insignificante cabeza. Algo debe de sentir, dado que no le causa ni frío ni calor que en 2012 hubiera en Cataluña un aumento de la mortalidad del 5,3%. Una encuesta entre médicos lo atribuye explícitamente a sus recortes. Pero él, Boi Ruiz, Mas-Colell y su reencarnación, a base del dinero de todos, de la Prensa del Movimiento, así como TV3, no han dicho nada de nada.

Por lo tanto, Mas es un mentiroso compulsivo que está pillado por sus propias mentiras. Vamos, un caso de manual de psicología. Ahora que, después de decenios de fallidos esfuerzos, en una facultad aquí notoriamente mejorable, la vicepresidenta Ortega se ha licenciado en psicología, puede explicar algo. Ahora bien, nunca entiende quien no quiere entender. Estoy seguro, y lo entiendo, que a Mas las deficiencias de la estructura de la personalidad le causan más urticaria que comerse una almeja podrida. Esto es así.

La gran mentira

Mas quiere hacer ver que su partido y su régimen -un régimen de no pegar ni golpe: véase el Boletín Oficial del Parlamento autonómico- es lo del "pueblo todo entero", por usar una expresión cómicamente propagandística de Nikita Jruschov. Pero los hechos demuestran exactamente lo contrario. Expuse que él ya ha decidido romper con UDC. Hace unos días era verdad y ahora es todavía más verdad. Dado que una buena parte del tema pasa por Vic, una buena parte de la provocación descarada y premeditada de CDC afecta de manera deliberada al consejero Espadaler, que también es líder local en Vic.

Ahora bien, sin temor a dar risa, Homs quiso hacer creer, en su sesión de lavado de cerebro de cada martes, que Mas y Espadaler no habían tenido suficiente tiempo para consensuar un nuevo director general de policía y de bomberos (¡vaya otro desbarajuste!) y todo esto que no funciona.

Si no tuvieron suficiente tiempo quizás fue una suerte. Si encuentran un rato quizás también podrían avisar a la Cruz Roja, por aquello de la prevención y la rápida evacuación de heridos.

Grandes temas de una Generalidad inepta

En realidad hay dos temas inmensamente graves y recurrentes. Los comparten los Mossos, TV3, la sanidad, la enseñanza y el conjunto de cuestiones capitales a las que la deficiente Generalidad (hija del intelectual y profesionalmente deficiente pujolismo) no puede ni siquiera comprender. No se le puede acercar, en la acepción anglosajona de la palabra approach. Requeriría ser tan abierto a algo como para penetrarla, admitir su propia dinámica y además admitir ser penetrado.

Les falta una actitud y una aptitud de apertura al progreso y a sus condicionantes. Pujol decidió deliberadamente rechazarlas e imponer, con éxito, su rechazo. En 1868 el emperador nipón Meiji sólo asumió algunos aspectos. Así, su sucesor Hiro Hito tenía que haber sido colgado en 1945 por conspirar contra la paz y por ser un criminal de guerra. Limpio, pelado y demostrado.

Imponer una "cultura" de dominio

Ni aquí ni en ninguna parte ha habido ni hay ninguna incapacidad por razón de la lengua. El suahili o cualquier lengua sirve. Los determinismos de todo tipo han sido y son la antesala de los totalitarismos. Ahora bien, las realidades políticas podrían ser diferentes. Pero han resultado ser lo que son, por la acción de los poderes políticos.

En Cataluña el pujolismo usó una falsa y cínica voluntad de recuperación cultural para imponer unos mecanismos organicistas de control social que causan un justificado miedo. El pujolismo lo estrujó todo desde la politiquería. Era de muy bajo nivel, pero muy maliciosa, como ahora se constata. Esto hace que hoy los grandes temas, como los mencionados (seguridad ciudadana, comunicación social, sanidad, equidad, derechos y libertades individuales no organicistas) estén pervertidos desde la Generalidad, desde Mas (que no entiende nada de todo esto pero ve que le va bien) y desde CDC.

Reaccionarismo solariego, de origen carlista

Pujol y Mas son los continuadores de un profundo reaccionarismo rural, solariego, y, en definitiva, de un fuerte poso carlista. Cuando vi que lo poco que queda del carlismo apoya a Mas me dije: lógico. Esta ramplona mirada atrás la supo poner de relieve el gran hispanista británico Raymond Carr, que el pasado abril hizo 95 provechosos años.

En la pagina 36 de su libro Modern Spain, 1875-1980 (Oxford University Press, Oxford, 1980) escribió: "El mayor representante de la 'haute bourgeoisie' [en francés, en el original], (Francesc) Cambó, creía que los catalanes continuaban siendo una nación de tenderos, en los que el miedo a las grandes empresas, como medios para conquistar mercados grandes, se desarrolló como consecuencia a partir del deseo del artesano de ser el amo en su propia casa".

Pujol, un amo rural

Que Pujol encarna mucho más la figura del amo rural que la del empresario moderno lo he argumentado, en base a lo mucho que, por iniciativa suya, le traté, y también lo he escrito. Recuperando el tema de los Mossos, es lógico que no se pueda crear una policía moderna teniendo en mente el Somatén. Colmo de la paradoja, el auténtico padre de los Mossos fue el comunista puro y duro Àngel Abad.

Lo explico con detalle, como no se había hecho nunca, en los artículos adjuntados, publicados en 2007 en el Diari de Girona .Todo el mundo lo sabía menos la cúpula de CDC, lo que se entiende porque Francesc Homs fue un pésimo jefe de gabinete del consejero Xavier Pomés, que fue un error de casting en Sanidad, en Interior y después en el Hospital de San Pablo y en el Clínico.

La incapacidad de Mas

Ese contrasentido es un hecho que Mas sólo ha empeorado. Recuérdese que su único trabajo no político (y todavía) fue internacionalizar el grupo, originariamente de peletería, de los primos de Lluís Prenafeta. Acabó con la quiebra del grupo. Es un presagio claro respecto a cómo acabará su actual e inexplicable mandato político.

Debido a este gran factor, consistente en encontrar a hombres pequeños y visiones todavía más pequeñas para grandes empresas, obligadas por los tiempos, se ha conseguido el adelanto de magníficos derechos colectivos. Pero aquí han dominado las pequeñeces mencionadas. Las han acompañado opciones políticas, como la corrupción y ensaladas de determinismos identitarios, como los del maldito racista Oswald Spengler.

En Cataluña no pueden existir grandes proyectos

El resultado es que en Cataluña hoy parece imposible que puedan existir grandes proyectos. Si existían los que podían haberlo sido, aunque con defectos, como la sanidad pública, Mas se ha dedicado a empeorarlos o a liquidarlos. Si le dejaran montar una Cataluña independiente, aún haría un destrozo peor. Ahora no se atreve con la aniquilación descarada de lo poco que queda para no hacer añicos su vieja retórica. Con la pretendida independencia sería arrasador. No tengo ninguna duda.

Para poder asumir grandes proyectos, estos tienen que tener un dinamismo propio, basado en el respecto a sus coordenadas específicas y a su transversalidad objetiva. La medicina tiene que ser accesible a todo el mundo y debe pensar sólo en curar, no en financiar el propio partido. La seguridad ciudadana tiene que servir para amparar la vida y el trabajo de todo el mundo, no las chapuzas politiqueras para controlarnos a todos y poder proteger a los presuntos corruptos propios. Lo mismo se tiene que decir de la información, de la protección social y de la movilidad social. Ciertamente, todo tiene que estar insertado en un marco institucional, es decir, no partidista, hoy creciente en todo el mundo y literalmente inexistente en Cataluña.

Concretar más el caso de Can Vies

Esta visión de gran angular, es decir, conceptual, genérica, tiene que ser ayuda para análisis inductivos, o sea captados haciendo zoom en temas como el de Can Vies. Este ha vuelto a demostrar importantes desastres. Primero, el gran y patente fracaso político de la seguridad ciudadana por parte de la Generalidad. Segundo, las bofetadas internas de la olla política dominante. Tercero, la más que previsible imposibilidad de que Xavier Trias pueda aspirar a un segundo mandato municipal. De todo ello se puede decir que hay bastante.

A pesar de todo esto, el predicador barato de Homs dice cada martes que el independentismo casero va bien. Que Santa Lucía, patrona de los ciegos, le ampare, dado que el follón ha llegado hasta bien cerca de su Tarradell, en concreto a Vic, la población de la inmanente Laura en la ciudad de los santos de Miquel Llor.

Clanes o establishment políticos

La obra de Llor está situada en tiempos en los que no eran necesarias grandes empresas. Bastaba con el rector y el cabo de la Guardia Civil. Ahora bien, los cambios que impone la modernidad son difíciles de captar por los que sólo miran a través de un retrovisor fijado ahora exactamente en hace trescientos años.

Entonces no había ningún caso como el de Can Vies, a pesar de que sea muy modesto según los rankings actuales. Pero ha superado a un establishment político, de hecho unos clanes, que de palabra se come el mundo y en los hechos ha controlado durante años el ejecutivo presentando sólo dos proyectos de ley menores en el Parlamento autonómico. Todas las realidades, sobre todo si son mostradas con zoom, les hacen añicos. Habrá que hacerlo más respecto a Can Vies.