La Generalitat se despierta ahora con la necesaria protección de las residencias de mayores frente al coronavirus. Cerca de cuatro meses más tarde desde que se decretara el estado de alarma por la pandemia, el Govern pone en marcha un plan que obligará a los centros a tener más personal y camas libres para aplacar la dispersión del Covid-19 entre los ancianos.
La iniciativa del Govern ha sido desarrollada de forma conjunta por la Consejería de Salud, liderada por Alba Vergés, y la de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, que dirige Chakir El Homrani. Ambos departamentos han prometido que llevarán a cabo cerca de 3.000 contrataciones (entre ambos) para aumentar la atención de personas de la tercera edad en la red sanitaria y sociosanitaria pública. En las residencias de Cataluña se han registrado, hasta el 6 de julio, más de 15.000 positivos y 4.100 fallecidos por coronavirus.
Atención primaria e intermedia
El departamento de Vergés dará un impulso a la "atención primaria e intermedia" de cara a la población de mayor edad. Los servicios sanitarios de primer contacto con la población deben "garantizar el continuum asistencial" a las residencias y, para ello, se llevará a cabo un aumento de plantilla de "unos 450 profesionales sanitarios adicionales" para reforzar la atención a residentes de estos centros, según ha comunicado la consejera en la rueda de prensa de presentación de este plan.
La atención primaria es esencial para detectar con velocidad los nuevos casos de coronavirus, aunque desde Salud también destacan que los servicios sanitarios intermedios tendrán "un papel relevante" en la gestión de positivos mayores de 65 años en un posible rebrote. Vergés ha asegurado que "se incrementará la contratación de cerca de 500 camas" con un coste aproximado de 25 millones de euros, para que puedan dar un "apoyo más especializado en atención geriátrica y paliativa".
Aumento de plantilla en residencias
El consejero El Homrani, por su parte, ha destacado la necesidad de "dotar de musculatura profesional" al sector sociosanitario, después de la pésima gestión de su departamento durante la pandemia --hasta el punto de que Salud tuvo que intervenir y ponerse al frente--. Asuntos Sociales "financiará la contratación de 1.800 profesionales" para ampliar la plantilla de los centros de mayores, con perfiles de gerocultores y también auxiliares para el cuidado de personas de avanzada edad.
A partir de ahora, las residencias geriátricas de los tipos A y B --las de mayor capacidad-- están obligadas a tener, como mínimo, una enfermera durante el turno de noche, según ha detallado El Homrani. La Generalitat prevé añadir a la plantilla a 370 de estas profesionales para cubrir la demanda pública. Por otra parte, el equipo del departamento aumentará en 219 nuevos técnicos de "refuerzo".
Camas libres obligatorias
Otra de las obligaciones de los centros de mayores en Cataluña que se pondrá en marcha desde es la reserva de camas para sospechosos o posibles positivos por coronavirus. El conseller ha asegurado que "hasta 2.800 plazas" de residencias de mayores de tipo A y B de la comunidad quedarán vacías en diferentes proporciones: el 8% si son públicas, entre el 4% y el 5% si son privadas con plazas concertadas y las que sean totalmente privadas reservarán como mínimo tres camas. En los centros pequeños --de tipo C-- habrá al menos una plaza libre “para hacer aislamientos puntuales”. El Govern correrá con el gasto de que estas plazas queden sin ocupar.
Respecto a la detección de positivos entre los mayores, Vergés ha asegurado que cualquier casos sospechoso de Covid-19 se tratará "como si se tratara de un brote": el anciano será testado a través de una PCR y, antes de saber el resultado --es decir, de forma preventiva-- se realizará una "criba" de todos sus contactos, ya sean usuarios del centro o profesionales, y serán aislados e igualmente testados.