Política

Pujol pierde los papeles en su 'acto final'

El ex presidente de la Generalidad no soporta las críticas de la oposición y estalla durante su comparecencia en el Parlamento autonómico para dar explicaciones por su fraude fiscal confeso. Recupera la peor actitud de su etapa al frente de la Generalidad dando una lección de moral a los grupos que le han interpelado. Y no responde a ninguna de las decenas de preguntas que le habían relizado.

26 septiembre, 2014 21:43

El ex presidente de la Generalidad y fundador de CDC, Jordi Pujol, ha puesto este viernes el colofón a su biografía política de la manera más lamentable posible: perdiendo los nervios y mostrando una imagen de prepotencia poco acorde con las circunstancias que le han llevado a dar explicaciones ante el Parlamento autonómico, que no son otras que su confesión de haber ocultado una fortuna a Hacienda en el extranjero durante 34 años.

En la primera parte de su intervención, Pujol se ha limitado ha asegurar que no ha sido "un político corrupto", sino "un hombre con mucho dinero" que "dediqué mi vida y mis recursos a construir Cataluña". Sin embargo, no ha dado ninguna aclaración complementaria trascendente a la ambigua confesión que remitió a los medios el pasado 25 de julio. Tampoco ha refutado con datos o pruebas las múltiples acusaciones de corrupción hacia él o hacia su familia que han aparecido en los medios en los últimos años.

En su turno, los grupos de la oposición le han lanzado una batería de preguntas con la esperanza de que las respondiese en su segunda intervención, pero no ha sido así. No ha respondido a ni una sola de ellas.

Lección de ética a los grupos que le han interpelado

Lejos de ello, Pujol ha recuperado la actitud que caracterizó sus 23 años al frente de la Generalidad y ha utilizado su réplica para dar una sorprendente e inesperada lección de ética a los diputados autonómicos que le han interpelado, llegando a abroncarles.

Poco a poco, el ex líder nacionalista ha ido aumentando el tono de su intervención hasta perder los papeles. En algunos momentos incluso parecía estar en un mitin político, y no en una comparecencia parlamentaria.

Denuncia "una causa general" contra él

Pujol ha acusado a algunos de los que poco antes le habían pedido explicaciones de realizar "una causa general" contra él; de contar "mentiras"; de llevar a cabo "una intoxicación"; de tener "poca honestidad"; de actuar con "frivolidad"; de "mezclar todo para crear una sensación de malestar y de culpabilidad contra mí y contra CDC"; y de ser "infantiles" y poco "serios" en sus planteamientos.

"Si el Gobierno de CiU de 23 años hubiese sido tan malo, tan corrupto y tan incapaz, entonces yo sería una condena terrible para el conjunto de la clase política catalana, porque este Gobierno, con democracia y con todo tipo de posibilidades de hacer oposición, gobernó 23 años con elecciones libres. Si todo hubiese sido tan corrupto, no se habría aguantado", ha señalado a gritos.

Acusa a la oposición de incurrir en "una grave falta moral"

Pujol ha seguido reprochando a los grupos sus críticas, tildándoles de incurrir en "una grave falta moral" y advirtiéndoles de que "si vas segando la rama de un árbol, al final cae toda la rama y todos los nidos que hay en ella". "¡Después caerán todos! Y habrá sido responsabilidad de todos los que han practicado este tipo de política", ha añadido.

Finalmente, y aunque no ha contestado a ninguna de las decenas de preguntas que le han planteado, Pujol ha alardeado de haber comparecido en el Parlamento autonómico "sin buscar excusas" pese a que no estaba obligado a hacerlo. Según él, lo ha hecho por "la consideración" que le tiene a esta institución y porque "sentí la necesidad moral en un momento determinado".

"Me he desnudado ante la opinión públcia. Eso no me lo deben negar. ¿Eso es inteligente o no? No lo sé. Pero en todo caso tiene una valoración particular, no sé si buena o mala, pero no es una cosa de la que se pueda hablar a la ligera, porque eso no se suele hacer. Pocos casos parecidos encontrarán de que alguien se desnude ante la opinión pública de su país", ha señalado antes de cerrar una intervención de solo once minutos, pese a que tenía tiempo ilimitado para ella.

Indignación entre los grupos de la oposición

Todos los grupos de la oposición -con diferente intensidad- le han reprochado a Pujol que no haya contestado a ninguna de las preguntas, salvo los representantes de la CUP, que han abandonado la sala. Gemma Calvet (ERC) ha calificado su tono de "impertinente". Miquel Iceta (PSC) le ha exigido respuestas a los ciudadanos. "No le tolero lecciones morales", ha señalado Joan Herrera (ICV-EUiA).

El portavoz de CiU, Jordi Turull, ha asegurado, en cambio, que Pujol "se ha desnudado" y "ha contestado muchas cosas" durante su intervención, pero "no le han escuchado". El dirigente nacionalista también ha mantenido un agrio cruce de declaraciones con Alicia Sánchez-Camacho (PP) y Albert Rivera (C'S). A la popular, Turull le ha acusado de "hacer de portavoz de las cloacas del Estado"; y a Rivera, le ha replicado -en referencia a unas declaraciones previas sobre Pujol- que "yo sí que dejo que me riña mi padre".

Sánchez-Camacho ha recriminado las "lecciones de ética y de moral" de Pujol tras haber "mentido durante 30 años", y ha respondido a Turull que "se ha acabado la estelada para tapar la corrupción". Rivera, por su parte, ha calificado la declaración de Pujol de "magnífica intervención" pero que "ya no cuela". "Usted ha hecho hoy el último discurso político de su carrera, y se ha lucido", ha añadido. Y ha cerrado la comparecencia con un mensaje al representante de CiU: "Hay un dicho que resume la labor del señor Turull: cree el ladrón que todos son de su condición, y lo digo literalmente".