Tres imágenes de contenedores llenos en el barrio de Sant Andreu en Barcelona / CG

Tres imágenes de contenedores llenos en el barrio de Sant Andreu en Barcelona / CG

Política

Badia se enroca con el puerta a puerta y solo ve un problema de "comunicación"

El gobierno municipal de Barcelona rechaza detener temporalmente la polémica recogida de residuos pese a las protestas vecinales

15 junio, 2021 18:13

El gobierno municipal de Barcelona ha rechazado hoy parar la prueba piloto del puerta a puerta en el barrio de Sant Andreu, que ha provocado protestas vecinales inéditas contra el Ejecutivo de Ada Colau. El bipartito sociocomún ha tumbado una proposición del PP para detener la recogida de residuos, pero ha avanzado cambios. 

Ha ocurrido hoy en la comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad. En la sesión, Óscar Ramírez, portavoz del PP, ha defendido la reposición de contenedores de basura para que convivan con el puerta a puerta. El edil popular se ha mostrado favorable a aumentar la tasa de reciclaje, pero ha abogado por una introducción "gradual" del nuevo sistema mediante una "detención temporal" de esta estrategia, que peca de "cierta imposición". 

ERC apoya a Colau

No ha prosperado. Como en otras ocasiones, el gobierno municipal se ha apoyado en los votos de ERC para evitar que la oposición le repruebe por el controvertido puerta a puerta. El resto de fuerzas sí han respaldado la paralización temporal del sistema. 

A su vez, el bipartito ha aceptado y ha dado luz verde a otra propuesta de los independentistas para "consolidar" la recogida sin contenedores. ¿Cómo? "Intensificando la información sobre los beneficios, adaptando los horarios, impulsando los cubos comunitarios y garantizando la accesibilidad en las calles ocupadas por los conteneodres". En otras palabras: el Ejecutivo local ha rehusado parar el puerta a puerta, pero mejorará la comunicación

Badia anuncia cambios

En una medida alocución, Eloi Badia, concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, ha defendido el sistema y ha apelado a la "responsabilidad" de los ciudadanos.  El polémico edil ha admitido "problemas de comunicación" y ha anunciado medidas para abordar el malestar vecinal, como "más reuniones de pequeño formato y más pedagogía". 

Con todo, el electo ha tildado el modelo de "futuro en Cataluña y también en Barcelona" y se ha avenido solo a pequeños cambios en el sistema "para dar respuesta al máximo de necesidades". Estas se traducirán en más vehículos de recogida y más comunicación, ha avanzado el edil.