Los socialistas Pedro Sánchez y Miquel Iceta, en un acto del PSC / EFE

Los socialistas Pedro Sánchez y Miquel Iceta, en un acto del PSC / EFE

Política

El PSC se agarra a las divisiones en JxCat para aguantar hasta el 10N

Los socialistas catalanes respaldan la política de Pedro Sánchez y quieren ahondar en las contradicciones del partido de Torra, que se verá erosionado por la CUP

23 octubre, 2019 00:00

El PSC encara con preocupación la campaña electoral del 10N. Los socialistas catalanes siempre se han visto forzados a mantener un difícil equilibrio que vuelve ahora a aflorar. La decisión de Junts per Catalunya (JxCat) de apretar el acelerador, aprovechando la ventana de oportunidad que ha encontrado con las llamadas del presidente Quim Torra a Pedro Sánchez, incomodan a los socialistas, que se agarran a las propias contradicciones del partido de Torra y Carles Puigdemont: “Son ellos los que no podrán mantener la tensión, porque no pueden tener a un elector de la exConvergècia, aunque sea independentista, y un activista de la CUP”, señala una fuente socialista.

Ese es el flanco que espera abrir el PSC. Las imágenes de Barcelona en llamas han asustado a muchos ciudadanos catalanes, que pueden considerar que el independentismo ha llegado a un límite. Consejeros del Govern de Torra reclaman alguna salida, como Àngels Chacón y Damià Calvet, y el PSC se posiciona para plantarse en un centro político que pueda, tras el 10 de noviembre, ejercer una labor “constructiva”, siempre, eso sí, que Pedro Sánchez gane de nuevo las elecciones.

El candidato a la Generalitat, Miquel Iceta (c) junto a Eva Granados (1i), Josep Borrell (2i), Pedro Sánchez (2d) y José Luis Rodríguez Zapatero (1d) / EFE

El candidato a la Generalitat, Miquel Iceta (c) junto a Eva Granados (1i), Josep Borrell (2i), Pedro Sánchez (2d) y José Luis Rodríguez Zapatero (1d) / EFE

A la espera de dos manifestaciones

Y eso está por ver. Las encuestas son favorables, pero muestran al PSOE estacando, con un ascenso notable y sostenido del Partido Popular de Pablo Casado. Las mismas fuentes consultadas señalan que la percepción en el PSOE es que “la semana más complicada ya ha pasado”, con las movilizaciones en las calles. Pero quedan dos manifestaciones más que el PSC espera con nerviosismo.

La primera se producirá este sábado, y la convoca la ANC. Se trata de una gran movilización, otra vez, del independentismo, que querrá ofrecer su mejor cara, con una exhibición de pacifismo, como ocurre en las Diadas. Sin embargo, esta vez se podrían producir altercados al final de la concentración. Y eso ofrecería, de nuevo, munición para los partidos de la derecha para forzar a Pedro Sánchez a tomar medidas drásticas en Cataluña, unas medidas “que no puede tomar si no se llega a una situación crítica”, se apunta.

Imagen de los disturbios que provocaron los CDR en Barcelona el jueves / EFE

Imagen de los disturbios que provocaron los CDR en Barcelona el jueves / EFE

"Rehacer cosas" tras el 10N

La segunda la organiza el domingo Societat Civil Catalana, y pretende recuperar el espíritu del 8 de octubre de 2017, cuando todo el constitucionalismo se unió, y se ofreció una imagen sólida frente al independentismo. A sólo dos semanas, en ese momento, de las elecciones del 10N, el PSC se verá en la tesitura de participar o animar a la participación, que defenderá el PP y Ciudadanos, partido con el que se ha producido una clara ruptura, como se comprobó con la moción de censura al presidente Torra que presentó la formación naranja.

Como si fuera una carrera de obstáculos, el PSC aguanta esa posición, que tiene un objetivo: mantener los puentes con el Gobierno que salga de las urnas, si es del PSOE, y con los partidos independentistas que decidan desterrar la vía unilateral y quieran iniciar algún tipo de diálogo. Lo señaló este martes el líder del PSC, Miquel Iceta, al considerar que ahora, hasta el 10N, no se podrá avanzar en nada. Pero que, después, se podrán “rehacer cosas”, con una posible negociación política.

Los que quieren cambios en ERC

El PSC no esconde que mantiene mejores contactos con Esquerra, en gran medida porque el negociador tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, que dio la presidencia a Pedro Sánchez con la vicepresidenta Carmen Calvo, fue Pere Aragonès, el vicepresidente de la Generalitat. Pero también, y fundamentalmente, porque los republicanos han dado señales de querer un cambio a través de Gabriel Rufián, Joan Tardà --que pide elecciones-- y el propio Aragonès. En el PSC se pide, no obstante, una mayor claridad por parte de ERC. La candidata del PSC por Barcelona y presidenta del Congreso, Meritxell Batet, pidió este martes a ERC que reflexione "sobre si le interesa o no mantener a Torra de presidente".

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, durante su intervención en la Fiesta de la Rosa de los socialistas catalanes celebrada en Gavà (Barcelona) / EFE

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, durante su intervención en la Fiesta de la Rosa de los socialistas catalanes celebrada en Gavà (Barcelona) / EFE

Todo eso, sin embargo, no se concretará en nada en los próximos meses. Lo que desea el PSC es ayudar de forma clara a la victoria de Pedro Sánchez el 10N, y dejar a Junts per Catalunya en la estacada. Los socialistas argumentan que el propio interés de Torra ahora para investigar las posibles actuaciones irregulares de los Mossos obedece al peligro electoral que han detectado los exconvergentes: hay un voto que se escapa hacia la CUP.

Junts y la CUP

¿Es posible? Con un independentismo dividido, en el que el eje ideológico ya no es importante, la CUP bebe de Junts per Catalunya y de ERC. Por ello, Puigdemont ideó el fichaje de Roger Español como candidato al Senado por Barcelona.

Con todo ello, y con la evidencia de que las cosas pueden salir mal en función de lo que ocurra en la próxima semana, el PSC espera llegar cuanto antes al 10N y comenzar a concretar sus políticas y sus alianzas de futuro en los siguientes meses.