Albert Rivera y Quique Sarasola en un acto en defensa de la regulación de la maternidad subrogada, los llamados vientres de alquiler / EFE

Albert Rivera y Quique Sarasola en un acto en defensa de la regulación de la maternidad subrogada, los llamados vientres de alquiler / EFE

Política

El PP solo cuenta con el apoyo de C’s para regular los vientres de alquiler

PSOE, Podemos, la Iglesia, asociaciones feministas y ultraconservadoras se oponen a la "mercantilización" del cuerpo femenino

11 febrero, 2017 00:00

Solo Ciudadanos apoya al partido que lidera Rajoy para llevar a cabo una regulación de la gestación subrogada. El partido de Rivera fue el único que se comprometió en su programa para el 26-J a "promover una ley", aunque la promesa no se recogió en su pacto de investidura con el PP. De hecho, el tándem  PP-C’s ya lo intentó en la comunidad de Madrid. Lo impidió la ruptura de la disciplina de voto de tres diputados populares.

El PSOE y Podemos sumaron más votos en contra en aquel ensayo. Cuentan con los extraños compañeros de cama que a veces se dan en política, en este caso la Iglesia Católica y los parlamentarios y  asociaciones más conservadores. "Somos contrarios a cualquier práctica que vulnere los derechos de las mujeres", coinciden.

Hermana de la prostitución

Los sectores feministas consideran que este tipo de gestación, pagada, es en general hermana de la prostitución y sus redes. Los más radicales incluso la comparan con el tráfico de órganos y la esclavitud. Resaltan que no se permite en la mayoría de los países de Europa, incluida la progresista Suecia.

Los socialistas prevén sacar el tema a debate en el próximo congreso federal. Pero Soraya Vega, responsable de Igualdad, advierte de que el "uso que se está haciendo del cuerpo de la mujeres en otros países es una forma más de explotación". Y esgrime un no rotundo "a la mercantilización de los cuerpos de las mujeres". La diputada de Unidos Podemos Sofía Castañón apunta que la maternidad subrogada "no responde a decisiones libres de las mujeres sino a situaciones de opresión".

Elección de sexo y raza

Las secuelas psicológicas para la madre de alquiler es otro argumento de oposición común por parte de los sectores progresistas y los más reaccionarios.

Además, esta práctica lleva consigo pruebas y requisitos personales que pueden incluir la selección de raza y sexo, algo vetado por la ley de reproducción humana, también aprobada en 2006, si no es con finalidad terapéutica. Por cierto, ERC se quedó sola pidiendo que se permitiera al menos si ya se tienen dos hijos del mismo sexo y anunció que "la libre elección algún día" será una realidad en Cataluña.

Litigiosidad de película

El capítulo de los opositores deja otro aviso: "Se han dado casos de niños que, con malformaciones o del sexo no deseado, han sido rechazados y exigido que fuesen abortados o enviados a los orfanatos".

Y una posible litigiosidad inédita en nuestros pagos. Hasta seis adultos pueden reclamar la paternidad de cada bebé nacido de un vientre de alquiler: la madre genética o biológica (donante de óvulos), la madre gestante (el vientre de alquiler), la mujer que ha encargo el  bebé, el padre biológico (el donante del esperma), la pareja de la madre gestante (que tiene la presunción de paternidad) y la pareja de la mujer que ha encargado el bebé. De película. De película.