Imagen de agentes de la Policía Nacional el 1 de octubre de 2017 en Barcelona / EFE

Imagen de agentes de la Policía Nacional el 1 de octubre de 2017 en Barcelona / EFE

Política

Un policía imputado por el 1-O: "Se ha marchado el 90%, aquello fue un Vietnam"

El agente lamenta que se tenga que sentar en el banquillo "y los indultados mirando", cuando ellos "ni podían parar en los semáforos por seguridad"

5 febrero, 2023 11:51

Habla uno de los 45 agentes de la Policía Nacional que irán a juicio por la intervención contra el referéndum ilegal de independencia en Cataluña el 1 de octubre de 2017. El efectivo policial lamenta que se tenga que sentar en el banquillo de acusados "mientras los indultados lo podrán observar", cuando los días previos a la consulta ilegalizada de seis años atrás "no podían ni parar en los semáforos por la tensión". 

Lo explica el funcionario en una entrevista en La Voz de Galicia, donde avanza que de los cerca de 1.500 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que actuaron el 1-O, "no quedan más de 150". El policía insiste en que "lo dejé después de pasar lo de Barcelona, como el 90%" por, como muchos otros, sufrir "lo que pasó allí, que no lo habíamos vivido ni yo ni veteranos que llevaban 30 años en la UIP". 

"Como un Vietnam"

El servidor público describe los días previos al referéndum ilícito --lo prohibió el Tribunal Constitucional-- como "un Vietnam" o "una caldera". Recuerda que los policías "viajaban en el interior de furgones blindados" y que se les recomendó "no parar ni en los semáforos". 

"Era como un estado de sitio", sostiene, alertando de que la gente "les lanzaba cosas" solo al ver que vestían uniforme. "Nos sometieron a mucha tensión", agrega. 

Estrategia de muros humanos

El policía recuerda que el independentismo armó muros humanos ante los colegios electorales del 1-O. Los organizaron, describe, con tres líneas. "Una primera línea de gente mayor y niños e impedidos, una segunda de gente más joven, y una tercera, la más cercana a las puertas, que era de los dirigentes, los CDR, gente más violenta y agresiva", enumera. 

Con esta operativa, el CNP hubiera necesitado "cerca de 150.000 policías" para desarbolar la cita electoral ilegal. Ante ello, se planteó actuar en 29 colegios, y a los actuantes se les dio la orden de entrar, sí, pero sobre todo, "salir, que era lo más importante". No en vano, el algunos momentos quedaron acorralados "y tuvieron que disparar salvas". 

"Fue quirúrgico y proporcionado"

Pese a la aparatosidad de la actuación, el funcionario recuerda que "con dos millones de personas lo que sucedió fue lo de Roger Español [independentista que perdió un ojo], un fémur roto y no sé si ni un tabique nasal". Ello son argumentos para defender que la intervención fue "quirúrgica, exquisita y proporcionada". 

El agente recuerda que "levantaron a unas 2.500 personas sin ni una gota de sangre ni una lesión impeditiva" y que, pese a ello, un juzgado de Barcelona les procesa por lesiones, torturas y delitos contra los derechos fundamentales. Ante ello, tratarán de llevar el procedimiento fuera de Cataluña para alejarlo de la contaminación política.