El líder de Podemos, Pablo Iglesias

El líder de Podemos, Pablo Iglesias

Política

Podemos se dispara y sería la tercera fuerza en unas generales

El partido de Pablo Iglesias, con apenas unos meses de vida y sin presencia en las instituciones españolas, se quedaría a solo 1,5 puntos del PSOE y cinco del PP, según el último barómetro del CIS.

5 noviembre, 2014 14:42

El bipartidismo ya es historia en España. Al menos, a nivel de encuestas, y según afirma el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), hecho público este miércoles, que sitúa a Podemos, una formación con apenas meses de vida y sin presencia en las instituciones -con excepción del Parlamento Europeo- como tercera fuerza en intención de voto en unas elecciones generales, solo un punto y medio por detrás del PSOE, y a cinco del PP.

Según la encuesta del CIS, elaborada a partir de 2.500 entrevistas realizadas entre el 1 y el 13 de octubre, si ahora se celebraran elecciones generales el PP volvería a ser el partido más votado, obteniendo un 27,5% de los votos. A continuación se situaría el PSOE, con el 23,9%, y, como gran novedad, irrumpe con inusitada fuerza Podemos, en tercera posición, con el 22,5%.

A mucha distancia se situarían las hasta ahora alternativas potenciales al bipartidismo a nivel nacional, IU-ICV y UPyD, con el 4,8% y el 4,1% de los votos, respectivamente.

Estos porcentajes están expresados en en intención de voto estimada. En intención directa de voto -y como ya adelantó en exclusiva CRÓNICA GLOBAL hace una semana-, Podemos sería la primera fuerza, con un 17,6%, seguida del PSOE (14,3%), y el PP (11,7%).

Se acaba el bipartidismo, pero PP y PSOE no caen

En comparación con el último estudio electoral del CIS, realizado en el mes de julio, se constata el espectacular avance de Podemos. Pero no tanto a costa de los dos partidos hasta ahora hegemónicos en España, PP y PSOE, sino de los que aspiraban a socavar este bipartidismo, IU-ICV y UPyD. Y muy especialmente, de los primeros.

Así, el partido de Pablo Iglesias crece en 7,2 puntos porcentuales respecto a su 15,3% de intención de voto del barómetro de julio, mientras el PP pierde solo 2,5 puntos y el PSOE incluso crece en 2,7 puntos. Mientras tanto, IU pierde 3,4 puntos, y UPyD, 1,8.

En este sentido -y con la debida precaución ante los múltiples trasvases de intención de voto posibles, y sin los datos de recuerdo de voto de la encuesta-, se aprecia como la suma de PP y PSOE no solo no retrocede en intención de voto, sino que crece en dos décimas, mientras sí cae claramente la suma de IU y UPyD, en 5,2 puntos.

El ascenso de Podemos también podría explicarse en parte por trasvase de votos desde el abstencionismo o la indefinición. En la encuesta de julio, la suma de ciudadanos que afirmaban que no votarían, votarían en blanco o nulo o no daban ninguna respuesta era del 45,7%, mientras que en el publicado hoy es del 41,9%, 3,8 puntos porcentuales menos.

La 'cocina' de las encuestas

La intención de voto estimada se obtiene tras corregir al alza o a la baja -'cocinar', en el argot demoscópico- los resultados en intención directa de voto -lo que realmente responden los encuestados-, según una fórmula particular y secreta que varía para cada organismo o empresa demoscópica, y que tiene en cuenta tanto otras respuestas dadas en la encuesta como la experiencia de pasados comicios.

Esta corrección, aunque a menudo es fuente de controversia, es necesaria, porque las respuestas directas de los encuestados difieren en mucho de su voto real en las elecciones, ya sea porque estos quieren esconder su opción política al encuestador, o por otros motivos.

Las empresas demoscópicas suelen 'cocinar' con bastante precisión el voto directo si no existen circunstancias excepcionales. Algo que no ocurre ni mucho menos en el caso de Podemos, un partido nuevo, que no se ha presentado antes a ningunas elecciones generales, y para el cual la única referencia son las europeas de mayo.

También hay que tener en cuenta la fecha de la encuesta, en plena oleada de escándalos de presunta corrupción política, y muy concretamente el caso de las tarjetas opacas de Cajamadrid. En este sentido, cabe destacar como una encuesta posterior -aunque publicada antes-, la de Metroscopia para El País del pasado sábado, situaba a Podemos como primera fuerza en intención de voto en unas generales, ya después de la 'cocina' del voto directo.

La diferencia con la encuesta del CIS, aparte de los distintos criterios de ponderación del voto directo, es que, cuando Metroscopia realizó sus encuestas, ya se había destapado el escándalo de presunta corrupción con el ex número dos de Esperanza Aguirre en el Gobierno autonómico madrileño, Francisco Granados, como principal protagonista.

CiU y ERC

En cuanto a las formaciones soberanistas catalanas reflejadas en la encuesta, CiU y ERC, se aprecia un ligero descenso de su suma conjunta, a la vez que una recuperación de la federación que lidera Artur Mas. Así, CiU obtendría ahora un 3,8% de los votos, 0,7 puntos más que en julio, mientras ERC obtendría el 2,3%, un punto menos que en la encuesta anterior.

Estos datos, no obstante, son poco significativos, ya que los porcentajes para CiU y ERC están por debajo del margen de error de la propia encuesta, que es de /- dos puntos.