La directora general de la Autonomía Personal y la Discapacidad de la Generalitat, Aina Plaza (C), en una visita a la Asociación Bienestar y Desarrollo / ABD

La directora general de la Autonomía Personal y la Discapacidad de la Generalitat, Aina Plaza (C), en una visita a la Asociación Bienestar y Desarrollo / ABD

Política

La pinza independentista boicotea la nueva gestión de las residencias catalanas

La pugna política entre Torra y los consejeros Vergés y El Homrani complica el aterrizaje de Aina Plaza, con una larga trayectoria profesional en el ámbito sociosanitario, en la Consejería de Salud

30 abril, 2020 00:00

Quienes llevan muchos años en el ámbito sociosanitario aseguran que el traspaso de la gestión de las residencias de la Consejeria de Asuntos Sociales a la de Salud es una oportunidad para avanzar hacia un verdadero modelo integral, pero también un cierre en falso de la crisis provocada por el coronavirus.

Una de las protagonistas principales de ese traspaso es Aina Plaza, directora general de Autonomía Personal y Discapacidad transferida a Salud, quien según fuentes de su entorno, está sufriendo la pinza que ejercen el presidente Quim Torra y los republicanos Alba Vergès y Chakir El Homrani. Hay quien habla incluso de “trato inmerecido”. Conoce bien el departamento de Vergès, pero el aterrizaje no ha sido fácil para esta especialista en benchmarking --evaluación continuada y sistemática de la eficiencia y la calidad de los servicios--, sistema que dirigió de forma pionera en la atención primaria de Cataluña.

"Mucho aplomo"

En efecto, en las últimas semanas, Plaza se ha visto inmersa en las pugnas políticas que, afirman quienes la conocen, la han dejado perpleja. “No entiende nada, como cualquier persona razonable", dicen.

Plaza (Mallorca, 1965) “no es médico y procede del mundo social, pero tiene un grandísimo conocimiento del mundo sanitario, en el que ha trabajado gran parte de su trayectoria profesional. Y tiene mucho aplomo”, explican quienes la conocen.

Quim Torra observa atentamente al consejero de Asuntos Sociales de su Govern, Chakir El Homrani, en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

Quim Torra observa atentamente al consejero de Asuntos Sociales de su Govern, Chakir El Homrani, en una imagen de archivo / EUROPA PRESS

Esta alto cargo de la Generalitat es licenciada en Psicología por la Universitat de Barcelona, centro donde obtuvo el postgrado en Psicología comunitaria. En 1990 se incorporó como funcionaria a la Consejería de Sanidad hasta que, en 1993, pasó a la Región Sanitaria de Barcelona (RSB) Ciutat del Consorcio Sanitario de Barcelona como técnico senior.

Planificación y evaluación

En 2006, asumió la dirección de planificación y evaluación del Consorcio de Servicios Sociales de Barcelona. Entre 2008 y 2019, fue directora de estrategia, coordinación y comunicación de la RSB, cargo que desde 2016 compagina con la gerencia de esos ámbitos en el Servei Català de la Salut (SCS).

Entre febrero y diciembre de 2019 fue sucesivamente subdirectora de análisis y Programación y directora general de Servicios Sociales en el departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, hasta que en enero de 2020 fue nombrada directora de la Autonomía Personal y la Discapacidad.

El brote de coronavirus y las fatales consecuencias en las residencias de ancianos le sorprenden al frente de ese negociado, en manos del republicano El Homrani. Torra aprovechó a ocasión para lanzar pullas contra sus socios de gobierno. “No lo hemos hecho bien”, dijo. Unas pullas que ahora sufre Aina Plaza. El 10 de abril, el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) publicaba el decreto por el que las políticas de servicios, prestaciones, protección social, la política de gente mayor, de personas con discapacidad y dependencias, y de los equipamientos asistenciales de la red de servicios sociales eran transferidas a la Consejería de Salud que dirige la también republicana Alba Vergés.

Cierre en falso

El traspaso de las competencias en residencias a la Consejería de Salud supone un cierre en falso a nivel gubernamental de un problema que se arrastra desde hace tiempo y que se podría haber evitado con un auténtico modelo sociosanitario. Los propios asesores de Vergés venían advirtiéndolo desde 2018.

Alba Vergés, consejera de Salud del Govern de la Generalitat de Cataluña / EP

Alba Vergés, consejera de Salud del Govern de la Generalitat de Cataluña / EP

Tal como publicó Crónica Global, en diciembre de 2018, el Consejo de Trabajo, Económico y Social (CTESC), órgano asesor de la Generalitat, publicaba el informe Integración de la atención social y sanitaria [que puede leerse en este enlace], en el que se hablaba de “la necesidad de desarrollar urgentemente un modelo de atención integrada social y sanitaria” y se denunciaban las dificultades para desplegar el modelo en el territorio de manera efectiva debido a “la falta de impulso político”.

Suspendido el Consejo Asesor

En octubre de 2019, el Consejo Asesor de Salud publicaba el informe Orientaciones sobre el modelo de atención a las personas con necesidades sociales y sanitarias [se puede consultar aquí], según el cual “se deben elaborar las bases de lo que debe ser el ente público para el desarrollo --gobernanza y gestión-- de las políticas de atención a las personas con necesidades sociales y sanitarias en Cataluña. Hay que establecer plazos realistas para su aprobación, pero con la máxima inmediatez posible”.

Sin embargo, el Govern acaba de demostrar su caso omiso a los expertos en gestión sanitaria. El pasado lunes, prestigiosos expertos en el campo de la medicina, la economía y la biología, dirigieron una carta al presidente Torra, y a la consejera Vergés, en la que exigían “abandonar la utilización política” y las “estériles polémicas” en aras a una “coherencia unitaria” en el abordaje de la pandemia.

Lamentaban, asimismo, la anulación de la reunión, que estaba prevista para la próxima semana, del Consejo Asesor en Salud Pública, que recoge las opiniones de los máximos expertos.