El coloquio organizado por CCOO con los partidos políticos de cara a las elecciones del 21D

El coloquio organizado por CCOO con los partidos políticos de cara a las elecciones del 21D

Política

Los partidos 'pasan' del debate social: el independentismo se lo come todo

Pocas propuestas concretas en un coloquio, organizado por CCOO, centrado en el contencioso entre la Generalitat y el Estado

13 diciembre, 2017 14:10

Dos de las candidatas a presidir la Generalitat, Inés Arrimadas (Cs) y Marta Rovira (ERC), desconocían la cifra de paro en Cataluña en el último cara a cara televisivo. Quizás esto explica el porqué ninguno de los cabezas de lista que concurren a las elecciones han participado en el debate organizado este miércoles por Comisiones Obreras y que instaba a abordar otros temas en materia social más allá de la independencia.

Hasta 4 de las 7 formaciones han cambiado de ponente a última hora tras haber confirmado su asistencia. Los líderes del PSC y CeC, Miquel Iceta y Xavier Domènech, han enviado en sus respectivos lugares a Eva Granados y Marta Ribas. Junts per Catalunya y ERC también han reemplazado a sus ponentes iniciales —que en este caso no eran cabezas de lista— por Francesc de Dalmases y Josep Ginesta. Cs, PP y la CUP se han mantenido con Jordi García, Alberto Vilagrasa y Eulàlia Reguant. Tampoco candidatos destacados.

El secretario general de CCOO en Catalunya, Javier Pacheco, ha abierto el coloquio recordando a los ponentes los temas que preocupan a nivel laboral. Especialmente ante un auditorio lleno de sindicalistas y trabajadores y en un momento político sin precedentes en que ya se cuentan por miles las empresas que han abandonado Cataluña. Esta invitación de Pacheco, sin embargo, solo ha sido correspondida a medias.

ERC y JxCat: sin independencia no hay “progreso social”

Los dirigentes de Junts per Catalunya y ERC han insistido en la situación de “anormalidad” en las que se convocan las elecciones del 21 de diciembre. Dalmases (JxCat) no ha concretado ninguna de las propuestas políticas de su formación y se ha limitado a expresar que las leyes catalanas que tumba reiteradamente el Tribunal Constitucional “no responden a veleidades independentistas” sino también al “progreso social”. “No todo es emocional”, ha dicho tratando de interpelar a un público poco identitario.

Ginesta, por su parte, ha lamentado que el “mercado laboral” genere puestos de trabajo de “poca calidad”. Ha presumido que con la exconsellera Dolors Bassa de su partido se redujo el desempleo, pero ha insistido en que además de “cantidad” hay que crear “calidad”: “La mejor política social es el trabajo”, ha añadido. Finalmente, el republicano ha recurrido al contencioso con el Estado para sacarse responsabilidades: “Cataluña no es territorio libre de la reforma laboral. No tenemos las competencias” y ha señalado la “represión” del 155 como la culpable de “la huida de empresas”

Cs: “La huida de empresas es una evidencia”

El dirigente de Cs, Joan García, tambián ha recurrido a la cuestión independentista para criticar a sus adversarios políticos. Ha dicho que “la huida de empresas es una evidencia” y que el aumento del paro en octubre “fue el doble que el de octubre de 2016”.

Respecto a la agenda social de cara a la nueva legislatura, ha hecho una vaga mención a la “preocupación” que desde su formación tienen hacia los “parados de larga duración”. García se sentía más cómodo abordando el saldo negativa que ha dejado el procés secesionista en la economía y ha instado a “acabar con esta etapa de procesismo” para continuar con la senda de recuperación económica.

PSC y CeC: Propuestas concretas

La ‘número dos’ de Iceta, Eva Granados, ha empezado su intervención poniendo de relevo este desvío hacia el tema independentista de sus compañeros de mesa. A este respecto ha instado a “rebajar la tensión” y a dejar “las descualifiaciones”: “Lo mejor que podría pasar a partir del 21D es que nos volvieramos a mirar a los ojos”.

Granados ha retomado el tema por el cual se les había invitado a hablar y ha desgranado cinco de las propuestas socialistas para después de las elecciones: rehabilitación de zonas verdes; un plan de inspección laboral para hacer frente competencia desleal; la continuación de la ley de barrios emprendida por el expresidente Pasqual Maragall; destinar más recursos para acabar con las listas de espera de la ley de dependencia; y volver a preocuparse por la infancia, donde los últimos presupuestos del Govern liderado por Carles Puigdemont no dedicaban “ni un euro”.

Por su parte, Marta Ribas, ha reivindicado “la escuela pública” como su única “patria”. “Esta gente sí que tiene prisa”, ha dicho en referencia al lema tenim pressa usado por el independentismo pero aplicado a las familias vulnerables. Asimismo, se ha comprometido a revertir los recortes, o cubrir las plazas de médico que ahora no se cubren por la “precariedad laboral” y poner en marcha la Ley de Dependencia Catalana.

PP: “Sin empresas es muy difícil hacer políticas de ocupación”

Si para las formaciones independentistas no se puede mejorar las situación laboral de los trabajadores por culpa del Estado, para Alberto Vilagrasa, dirigente del PP, no se puede hablar de políticas de ocupación si las empresas se van por culpa del independentismo. Dos modos distintos de obviar las propias responsabilidades.

Vilagrasa ha sostenido que “sin empresas es muy difícil hablar de politicas de ocupación” y ha redirigido su discurso en criticar el independentismo.

En clave electoral ha añadido que el 21D sí que son “unas elecciones legales, legítimas y con garantías” —en referencia velada al referéndum ilegal del 1-O— y ha recordado que “la voluntad política no puede saltarse la ley”.

CUP: Políticas sociales condicionadas a la construcción de la república

A diferencia de sus socios en el proceso secesionista, la CUP ha sacado a relucir su alma más social —frente a la nacional—. Tras haber oído a PSC y CeC, Reguant ha querido concretar propuestas como terminar con “la parcialización de los horarios”, “los salarios bajos” o “la siniestralidad laboral”. Ha propuesto la creación de una ley orgánica de derechos sindicales que regule temas tan al orden del día como la subcontratación en la administración pública y las empresas.

Finalmente ha condicionado todas estas políticas a “la construcción de la república catalana”.