La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, se ha unido a las voces que reconocen que el independentismo pierde fuelle. Afirma que el movimiento ha perdido la “fuerza y cohesión” que tenía en el pasado por el efecto de los indultos y el rumbo actual de la política catalana. “Una parte de la base independentista ha desconectado”, ha asegurado en una entrevista en el programa Cafè d’Idees de La 2 y Ràdio 4.
La líder secesionista, una de las pocas que aún defiende el camino de la declaración unilateral para romper con España, manifiesta que la falta de un momentum como fue la celebración del referéndum del 1-O hace mella en la base electoral. El desenlace de esa votación es conocida, pero la “existencia de los presos y la represión” propiciaban que el procés estuviera vivo.
Desconfianza de los electores
Con todo, según su punto de vista, “no se ha retomado aquel camino”. “No es que [las bases] hayan desconectado de estar a favor de la independencia”, ha relatado, “pero han desconectado de leer noticias, de estar pendientes del debate de presupuestos, del último encontronazo entre JxCat y ERC…”. Por todo ello, considera que parte de ese electorado que se sumaba a las protestas convocadas por entidades como la que ella preside y que acudían a las urnas sin dudar ahora están en una posición pasiva. La del “ya me avisaréis” cuando se retome en serio la secesión.
Cabe recordar que figuras como la de la exconsejera de Educación fugada de la justicia Clara Ponsatí ha reconocido en varias ocasiones que el gobierno catalán “iba de farol” en 2017. El propio ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha sentenciado que el “procés está muerto”.
Volver al “autonomismo”
Ahora, se gestiona el postprocés. Paluzie ya ha dejado claro en vario foros que el objetivo de la ANC es buscar otro momentum y, en esta ocasión, no desaprovechar la fuerza del movimiento secesionista para romper con el Estado. Aunque solo sea con apenas el apoyo del 50% de la población. En La 2 ha alertado de lo que considera que es el error máximo del actual Govern, el de “volver al autonomismo previo al 2012”. Es decir, al inicio del movimiento.

También ha mandado un mensaje al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. La líder de la entidad independentista ha asegurado que pactar los presupuestos con el PSC en lugar de la CUP “sería un síntoma de que no estamos avanzando en la unidad estratégica” de los que buscan la secesión. Cabe recordar que los antisistema anunciarán mañana martes a las 12 del mediodía si finalmente presentan una enmienda a la totalidad a las primeras cuentas públicas realizadas por Jaume Giró (JxCat).
Papel de la CUP
Paluzie asegura que es “lógico” que la CUP tumbe las cuentas “sin horizonte a corto plazo” para la secesión. Considera que, en este escenario, lo más normal es que las asambleas de la formación defiendan “posiciones ideológicas” en el debate presupuestario. Es decir, que surjan las divisiones entre los partidos más allá del objetivo común independentista.
“No estamos en el escenario 2016 o 2017, cuando se pacta que habrá un referéndum y la CUP se come, o no, cuestiones no tan alineadas con sus posiciones ideológicas”, ha advertido la líder de la ANC. Por todo ello, hace un llamamiento a que ERC y JxCat aparquen sus “luchas internas”, que justifica que se mantienen por la “pugna electoral” permanente en Cataluña y “componentes personales” de los representantes públicos.
Influencia de la CUP
“No pueden tener la tentación de regresar a la política autonomista como si nada hubiera pasado”, ha sentenciado. Este sería el peor escenario para la ANC, una entidad que busca recuperar la influencia sobre la sociedad y la política catalana que consiguió antes de 2017 que ha perdido en los últimos años.

Por ahora, sin éxito. Su acercamiento a JxCat y al expresidente catalán huido a Waterloo, Carles Puigdemont, ha propiciado que incluso marque distancias con sus postulados Òmnium Cultural, la otra gran entidad independentista catalana que siempre se ha sentido más cómoda en la órbita de ERC.