Un evento deportivo ha vuelto a aflorar el antisemitismo de la extrema izquierda en Cataluña, con un especial protagonismo de la CUP y el silencio cómplice del partido de la alcaldesa Ada Colau. En esta ocasión, el pretexto ha sido un partido oficial de waterpolo femenino entre España e Israel, que ha sufrido hasta tres cambios de ubicación esta semana por el boicot a la selección proveniente de Oriente Próximo.
Las protestas fueron iniciadas por la filial en Cataluña del movimiento internacional BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel), y ha contado con el apoyo explícito de la CUP. La implicación de los antisistema a la hora de boicotear la presencia de la selección de Israel permitió truncar la planificación inicial del evento, que debía celebrarse en el municipio de Molins de Rei (Barcelona).
Silencio de Colau
Alegando motivos de seguridad, decidieron trasladar el partido a la piscina municipal de Sant Jordi. Pero la CUP y varias organizaciones que se autoproclaman “antisionistas” aumentaron su presión, y convocaron concentraciones a las puertas del equipamiento municipal para impedir el normal desarrollo del partido. Además, solicitaban a la alcaldesa de Barcelona que no cediera el espacio para la celebración del partido.
Pese a ser interpelada por los antisistema y el movimiento BDS –con el que la alcaldesa ya ha mostrado sus simpatías en ocasiones anteriores--, Colau y todo su equipo mantuvieron el silencio en relación a esta polémica. Finalmente, y alegando de nuevo motivos de seguridad, las federaciones española y catalana de waterpolo decidieron desplazar el partido a última hora a Sant Cugat, donde se no se convocó ninguna protesta en contra del mismo. Desde la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA) aseguran que "se trata de un argumento falaz", y explican que lo que realmente ha pasado es que se ha cedido a "las presiones de la CUP".
Enfado de la embajada de Israel
Isaac Levy, presidente de la LICRA en Cataluña, afirma que la protesta "no es contra Israel, sino que se trata de un ataque al pueblo judío". El presidente del Congreso Sefarad Mundial, Giaco Ventura, interpreta que "se ha recibido a Israel por la puerta trasera". Desde ambas organizaciones lamentan la actitud del Ayuntamiento de Barcelona, que lejos de posicionarse a favor de la celebración del partido, ha guardado el silencio durante toda la polémica. Una actitud que contrasta con la del alcalde de Molins de Rei, que este martes lamentaba "que no se celebre el partido de la selección de Israel" en el municipio.
Por su parte, la embajada de Israel en España ha mostrado su malestar a través de las redes sociales: “El deporte es puente entre pueblos y países. Quien lo politiza rompe puentes. Hoy que los deportistas israelíes compiten en países árabes, no pueden hacerlo en España”, afirma en el texto, que ha sido secundado por el embajador de Israel en España, Daniel Kutner.
El deporte es puente entre pueblos y países. Quien lo politiza rompe puentes.
— Israel en España ?? (@IsraelinSpain) 6 de noviembre de 2018
Hoy que los deportistas israelíes compiten en países árabes, no pueden hacerlo en España #waterpolo #Israel #Barcelona #MolinsdeRei pic.twitter.com/1Lwpzj4Fjm
Colau y el BDS
Varios miembros de la comunidad judía recuerdan que no se trata de un hecho aislado contra Israel y el pueblo judío en Cataluña, sino que se suma a una lista de "ataques antisemitas" por parte de la CUP y del partido de la alcaldesa Ada Colau.
Una de las mayores polémicas de la alcaldesa se produjo en abril del año pasado. En aquel entonces, el Ayuntamiento de Barcelona subvencionó con 10.000 euros un acto literario al que asistió la terrorista Leila Khaled. Khaled es miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina (PFLP), un grupo incluido en el listado de organizaciones terroristas por parte de la Unión Europea. Este hecho, junto a la aprobación en comisión municipal de una declaración de condena a la ocupación israelí en Palestina ese mes, levantó una ola de indignación entre una parte de la comunidad judía de Barcelona.
También molesta la política de acercamiento de la alcaldesa a organizaciones como el BDS, que varios colectivos defensores del pueblo judío consideran antisemita. Así lo cree Isaac Levy, de la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo, que no duda en tachar esta organización de “antisemita” y de “xenófoba”.
Afectación a los judíos catalanes
En la misma línea, Giaco Ventura critica al Ayuntamiento de Barcelona por haber esponsorizado diversos actos organizados por el BDS. Además, lamenta que “la marcada agenda contra Israel” de la alcaldesa está dañando no solamente los intereses de los inversores israelíes en Cataluña, residentes o turistas israelíes, sino que también afecta directamente a los judíos que viven en la capital catalana”. Ventura recuerda que 300.000 israelís visitan Barcelona cada año, por lo que la política de Colau daña a los intereses de la ciudad. Y añade que “su obsesión contra Israel le ha llevado a apoyar a organizaciones claramente antisemitas, que han pedido públicamente la desaparición de Israel bajo una falsa premisa de solidaridad y pacifismo”, en referencia al BDS.
Una conferencia pro-palestina organizada por el BDS con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona