La monja benedictina Teresa Forcades

La monja benedictina Teresa Forcades

Política

La monja Forcades prevé presentarse para proclamar la "República catalana"

La lideresa de Procés Constituent defiende las virtudes del anticapitalismo en una hipotética Cataluña independiente

6 octubre, 2013 19:39

La plataforma Procés Constituent, inicialmente impulsada por la monja benedictina Teresa Forcades y por el profesor de Economía de la UAB Arcadi Oliveres, volverá a salir a escena este fin de semana con un objetivo claro: promover la "plena soberanía de la República catalana".

Así lo ha explicado Forcades en una entrevista para la televisión del diario Ara, donde, entre otras cosas, ha dejado dicho que una "Constitución autonómica" sería un contrasentido, puesto que, o se pertenece a España, o se está fuera, "con plena soberanía", ha enfatizado.

En ese contexto, el periodista Antoni Bassas le ha preguntado si "preferiría una España social a una Cataluña capitalista", a lo que la monja ha respondido: "No. Aunque efectivamente se cumplieran los objetivos señalados [en el Manifiesto del] Procés Constituent, aunque tuviéramos esa sociedad de mayor justicia social, preferiría no estar unidos a España […]. Quiero un poder político cercano, que no me digan que la culpa la tiene Madrid, y en Madrid que la tiene Bruselas, y allí digan que la tiene Pekín o quien sea. Y porque tengo este amor a la diversidad cultural".

Forcades ha explicado que su plataforma no pretende convertirse en un partido político, aunque sí tienen intención de concurrir en las próximas elecciones autonómicas, sea en 2016 o antes.

El próximo domingo 13 de octubre celebrarán en las Fuentes de Montjuïc (Barcelona) el "acto central" del Procés Constituent, con la pretensión de "visibilizar el malestar social [que creen] mayoritario en Cataluña para articularlo políticamente".

Disolver el Parlament y declarar la independencia

Forcades ha explicado que "articular políticamente" el Proceso significa "estructurar un movimiento social de base indicipente" (que hasta la fecha cuenta con 44.000 adhesiones y 80 asambleas locales), proponerlo como candidatura y, en caso de obtener la mayoría suficiente, desconvocarse como proceso y dar paso a una asamblea constituyente para Cataluña.

Esta asamblea constituyente, por definición, tendría que "disolver el Parlamento autonómico y debatir las cuestiones que viene tratando el Procés en los últimos meses". Entre ellas, una opción destacable para Forcades es la ruptura con España, aunque admite que "en el Procés Constituent no todos son por naturaleza independentistas". Asegura, no obstante, que "no es ahora su objetivo ni el primero".

La idea es, entonces, promover un cambio institucional que aproxime la política a las personas. Esto es lo que, según Forcades, les separa de la CUP o de ICV-EUiA, y ha apuntado que "cambios ha habido siempre, pero nunca desde arriba; lo utópico sería esperar lo contrario". "Hay que reinventar a los partidos políticos", cuya financiación "en todas las democracias occidentales" es la primera fuente de su mal funcionamiento, según la monja benedictina.

Lo que motiva a los impulsores del proceso es "no gobernar dentro del sistema actual", ha indicado Forcades, y para ello proponen que los partidos "se financien por sus miembros, de un modo local, para poder rendir cuentas con efectividad". "No somos un partido. Queremos impulsar una ruptura pacífica y democrática", ha añadido.

La cercanía de los votantes, la idea de una democracia local fuerte, es lo que justifica para Forcades la ruptura con España, aunque esta se erigiera en el paraíso de la justicia social. De hecho, la monja benedictina se ha expresado en términos de "activación de la subjetividad política", indicando así que los ciudadanos deben salir de su estado de "pasividad" y convertirse en "agentes del cambio social" en una Cataluña independiente.

Anticapitalismo a la catalana

Para la "monja más radical de Europa", como ya se la conoce en algunos medios, "ruptura y anticapitalismo" no es lo mismo que acabar con la iniciativa privada. A modo de ejemplo, ha ilustrado el caso de su comunidad religiosa, donde se vive de la cooperación entre hermanas en un taller de cerámica. Ese es su horizonte: "Iniciativa privada es también cooperativismo y colaboración".

La "retórica de la libertad" capitalista no convence a Forcades, quien indica que este sistema se distingue por su "praxis de recortes y de falta de libertades". "Una sociedad cohesionada socialmente no requiere de un comité central ni de una Stasi", ha argumentado.

La religiosa tampoco está por un sistema de subvenciones, según ha declarado, puesto que éstas "acomodan y de hecho limitan y reducen la iniciativa privada". Ella es "empresaria cooperativista", y eso es "perfectamente ético". Así, de nuevo, el "localismo" económico es el camino señalado por Forcades.

Pero este "modelo" no debe ampararse en otros, puesto que según Forcades no existe "ningún país al que imitar". Si acaso, "Islandia, o los países latinoamericanos, aportan innovaciones de las que es posible aprender, pero no imitar". Cataluña, ha dicho, tiene que encontrar su propio camino.

Y no ha concretado demasiado, pero ha puesto como ejemplo el hecho de que en Cataluña, y más en concreto en Barcelona, se mantiene una esperanza de vida con una diferencia interna de ocho años entre Pedralbes y Nou Barris. "Eso no es un sistema justo. Lo que plantea el Procés Constituent es que lo que el capitalismo considera daños colaterales, no los son", ha zanjado.

"El laicismo es necesario para la democracia"

La entrevista ha dado más de sí. Forcades ha tenido una nueva ocasión de cuestionar a la cúpula de la Iglesia católica, señalando, en la línea de lo anterior, que "tampoco la Iglesia promoverá un cambio desde arriba". Considera "positivo" que el Papa Francisco haya afirmado que "el actual sistema económico nos lleva a una tragedia", pero ha aseverado que, si el nuevo Papa puede "impulsar cambios, será porque se aliará con todos los movimientos de base". "Sus palabras tienen potencial de ruptura, pero habrá que ver la praxis".

Coincidiendo con el acto del Procés Constituent, el próximo domingo se beatificarán en Tarragona a más de 500 capellanes y monjas, y laicos, mártires de la Guerra Civil por el bando franquista. A la monja benedictina no le parece una acción "injusta en sí misma, pero sí por el contexto histórico": "Son mártires de una guerra civil, después de un alzamiento militar contra un régimen democrático. Y durante y después del conflicto bélico hubo una alianza de la mayor parte de la Iglesia con este poder. Si hubiera una relectura política del papel de la Iglesia durante la dictadura sería distinto. En ausencia de cualquier tipo de revisión, un acto como el de la beatificación de Tarragona, que en sí merece el máximo respeto, tiene una lectura política. Y comparto la opinión de que no es justa".

Forcades no se ha mordido la lengua: "Hay privilegios de la Iglesia católica en España que son contradictorios con la laicidad del Estado, una laicidad que necesitamos para que sea democrático y plural".

La religiosa ha cerrado su última aparición en los medios declarando que "no querría ser apocalíptica, pero ahora tenemos un infierno, y creo que ante una circunstancias infernales tenemos que luchar. La lucha por sí misma dignifica la vida de quien se pone a ello, tenga éxito o no. Y por lo tanto, yo me pongo".