Uno de los más estrechos colaboradores de Pere Navarro y miembro de la Mesa del Parlament, Miquel Iceta, sería el hombre elegido por el líder del PSC para sustituir a José Zaragoza en la ejecutiva del PSOE, órgano de dirección del partido que maneja Alfredo Pérez Rubalcaba y en el que el PSC tiene dos representantes.
La salida de Zaragoza -por su presunta relación en el caso de espionaje político en Cataluña, que se añadió a su salida de la dirección del PSOE en el Congreso después de que los diputados del PSC incumplieran la disciplina de voto en un tema vital como el del reconocimiento de la soberanía nacional- por lo tanto no supondrá un giro estratégico del PSC, más allá de las discrepancias que ahora mantienen los dos partidos.
Este martes El Periódico ha publicado que el acuerdo entre los dos partidos es prácticamente total y fuentes del PSC han confirmado a Crónica Global que Navarro le ofreció a Iceta esta misión "hace ya tiempo". Salvo novedades y teniendo en cuenta que será el primer secretario del PSC quien proponga el candidato -y el PSOE debe dar su visto bueno-, Iceta será a partir del 18 de enero el segundo representante de los socialistas catalanes (el otro es Esperança Esteve Ortega, diputada) en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.
Figura respetada
Iceta es una figura respetada entre los socialistas y de larga experiencia política. En los últimos meses, negoció con el exministro de la Presidencia Ramón Jáuregui la Declaración de Granada del PSOE, a favor de una reforma constitucional federal. Pero ha trabajado en la Moncloa con Felipe González, ha estado en la dirección del PSC durante muchos años y ya formó parte de la ejecutiva del PSOE en la época de José Montilla.
La buena sintonía entre los dos partidos -que, sin embargo, no pueden ocultar su división en el tema del soberanismo- se pondrá de manifiesto en una reunión que se llevará a cabo en Barcelona entre las dos ejecutivas en las próximas fechas. Desde el PSOE han decidido dar todo su apoyo al PSC de Navarro, más aún cuando la oposición interna a este no descarta más retos en votaciones en el Parlament.