Títol de la imatge

Títol de la imatge

Política

Mas: "Convocaré la consulta de modo que al Estado le cueste mucho evitarla"

"Quiero que quede muy claro, tanto en España como en Cataluña, como en Europa y en el resto del mundo, que si esta consulta no puede hacerse [...] es porque no hay voluntad política en el Estado español de respetar el sentido mayoritario y pacífico y legal de la sociedad catalana", sentencia Mas en una entrevista para El Punt Avui TV durante el programa inaugural de la nueva cadena independentista.

23 abril, 2014 11:39

El presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha declarado este martes que pondrá "muy difícil" al Gobierno su determinación de impedir un referéndum ilegal en Cataluña. 

"Quiero que quede muy claro, tanto en España como en Cataluña, como en Europa y en el resto del mundo, que si esta consulta no puede hacerse [...] es porque no hay voluntad política en el Estado español de respetar el sentido mayoritario y pacífico y legal de la sociedad catalana", ha sentenciado Mas en una entrevista para El Punt Avui TV durante el programa inaugural de la nueva cadena independentista.

La maniobra del presidente autonómico ha quedado asimismo plenamente al descubierto cuando ha afirmado que, en su opinión, "la ley de consultas", previa reforma de la ley electoral que elabora el Parlamento autonómico, supone "la única manera" de poner contra las cuerdas al Gobierno.

"La convocaré [la consulta secesionista] de tal manera que al Estado español le cueste mucho, no sólo recurrirla, sino poder cargársela", ha apuntado Mas, quien sostiene que la "ley de consultas" servirá, además, para dejar constancia de que, si finalmente se prohíbe el referéndum será, según él, "por cuestiones estrictamente políticas".

A vueltas con un "diálogo sin condiciones" 

"La tercera vía quedó borrada y no se ven ni las huellas", ha considerado el líder de CiU, quien se ha servido de ese nuevo escenario mediático para insistir en que fue la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 sobre el Estatuto la que generó "frustración". "Es evidente que en este momento no existe el canal de diálogo que debería haber", ha reprochado Mas.

En efecto, el presidente de la Generalidad desdeña los ofrecimientos al diálogo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Estima que el líder del PP lo hace desde una "cierta trampa" que esconde "una imposición", porque, a juicio de Mas, el Ejecutivo no puede "hablar de todo menos de la voluntad del 70% u 80% de la población, que quiere votar el futuro político del país [por Cataluña]".

En su propuesta, no obstante, sugiere que "no hay ningún problema por nuestra parte con el diálogo sin condiciones", algo que choca frontalmente con la voluntad del Ejecutivo de Rajoy -y del Tribunal Constitucional, y del Congreso de los Diputados- de velar por el cumplimiento de la ley, puesto que Mas insiste en que "el diálogo que debería existir" consiste en "sentarse con nosotros y abordar la posibilidad de hacer este referéndum" ilegal.

El órdago europeo y la "dinámica de los pueblos" 

"Aunque se lo pongamos muy difícil pueden llegar a hacerlo [impedir el referéndum]", ha lamentado Mas, "pero no será por cuestiones legales, sino estrictamente políticas", ha insistido.

Y no obstante, ha defendido que su pretensión es "hacer las cosas con seriedad" y que, para ello, en los mensajes lanzados desde el Gobierno autonómico a la comunidad internacional "se vea que en este país [por Cataluña] hacemos las cosas bien hechas", ha celebrado en el favorable escenario de un nuevo medio de comunicación para la causa separatista:

"Cataluña lo quiere hacer y lo hará, mientras tenga capacidad de resistencia, voluntad mayoritaria, fuerte sentido democrático, fuerte componente cívico y positivo, y mayorías amplias. [...] Un proceso así sólo puede hacerse en una sociedad que ya está muy madura".

De igual modo, el presidente autonómico, en esta ocasión durante el acto de entrega de la Cruz de San Jordi, se ha referido a la cruzada internacional del proyecto independentista, y ha dejado dicho que en Europa "la dinámica de los Estados no puede ni debe ahogar la dinámica de los pueblos".

Su afán de ganarse la complicidad de la comunidad internacional ha tropezado con algunos desmanes con respecto a la Unión Europea, a quien ha acusado de hablar "demasiado" de Estados, que "no dejan de ser estructuras administrativas" y hablar "menos de la fuerza y dinámica de los pueblos". "Y quizás hoy el caso catalán, de fuerte componente democrático y carácter transversal, es un ejemplo que transmite que la dinámica de los pueblos tiene que ser muy tenida en cuenta", ha sugerido el presidente autonómico.