Maite Casado, nueva gerente de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona / CG

Maite Casado, nueva gerente de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona / CG

Política

Maite Casado: una profesional para recuperar las calles de Barcelona

La nueva gerente de Seguridad, 'número dos' de Albert Batlle, está muy bien considerada en el sector por su conocimiento y su prudencia con el 'lío' de los lazos amarillos

17 julio, 2019 00:00

"Experiencia y diálogo". Con estas dos palabras describen los expertos en espacio público la figura de Maria Teresa Maite Casado Cadarso, la nueva gerente de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona y número dos del teniente de alcalde de este ramo, Albert Batlle (PSC). Las fuentes consultadas atribuyen un gran conocimiento del sector a la profesional, cualidad que no reconocen en Amadeu Recasens, el cargo saliente. A ella se le encargará recuperar para los vecinos las calles de Barcelona del incivismo y el crimen.

"Recasens es un académico, profesor de la escuela de Policía [el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña, ISPC] de Mollet del Vallès (Barcelona). Casado es una profesional de la seguridad a pie de calle que ha estado en operativos", explican fuentes del sector. ¿A qué se refieren? "Se ha batido el cobre durante años en tareas como la coordinación de cuerpos de policías municipales. En la interlocución con la vigilancia privada. En el despliegue del protocolo de abordaje del sexismo y las violencias sexuales. O ha lidiado con éxito en capítulos menos edificantes como el conflicto del FC Barcelona para dejar entrar a menores al Camp Nou, que acabó con un acuerdo amistoso con el club deportivo que garantiza el acceso a los pequeños a la par que vela por la seguridad, o en el de los lazos amarillos", han enumerado.

"Se apartó porque la ideología no es su campo"

En relación a los lazos, las fuentes consultadas enfatizan que Casado se apartó del equipo de la subdirección general de Seguridad Interior en 2018. ¿Por qué? "Porque se venían los conflictos con los lazos y cruces independentistas en las calles y playas de Cataluña. Maite no quería lidiar con ello, una polémica que habría empañado su gestión, ya que ella no se considera ideológica sino un perfil técnico, y pidió traslado a la zona jurídica del departamento catalán de Interior, donde se encontraba más cómoda", han añadido otras voces del sector de la seguridad.

¿Cuál fue ese cometido? "Desde la secretaría se convirtió, por ejemplo, en la persona de referencia en la lucha contra la violencia en el deporte en Cataluña. Una mujer, sí. O se encargó de velar por la armonía y buenas prácticas en el sector de la seguridad privada en Cataluña, una industria que presenta elevados índices de intrusismo y prácticas dudosas", han explicado las fuentes consultadas. La huella de Cadarso se puede encontrar, por ejemplo, en el protocolo de combate contra la violencia sexista en el ocio nocturno. Un plan maestro, que, por cierto, enmendó la hoja de ruta anterior, elaborado por Anna Saliente, candidata de la CUP en las elecciones municipales, para el Ayuntamiento de Barcelona, tal y como informó este medio.

Mano derecha de Batlle

Con estas credenciales se presentará Casado como número dos de Albert Batlle, quinto teniente de alcalde en el ejecutivo de Barcelona en Comú y PSC y concejal encargado de las competencias de Prevención y Seguridad. Fuentes del sector han recordado que el remedio de la crisis actual de inseguridad e incivismo en las calles de Barcelona dependerá de "cuánto sean capaces los socialistas de cuadrarse ante los comunes y hacer respetar a la Guardia Urbana y las ordenanzas".

El plan de Batlle para reducir los índices de delincuencia en el espacio público de la Ciudad Condal podría empezar a verse este viernes. Será cuando el edil asista a la primera Junta Local de Seguridad, que la alcaldesa Ada Colau ha avanzado habida cuenta de la situación límite en la que se encuentran las calles de Barcelona, escenario de tres tiroteos la semana pasada ante la discoteca Shoko, en el Poblenou y la carretera de Collblanc. El segundo fue una ejecución a sangre fría que se cobró una víctima mortal.