Los líderes de Podemos en un acto reciente del partido

Los líderes de Podemos en un acto reciente del partido

Política

Los técnicos del CIS, desconcertados ante los óptimos resultados de Podemos

El CIS retrasa la publicación del barómetro de otoño por las dificultades para traducir la intención directa de voto en estimaciones de resultados electorales.

1 noviembre, 2014 16:15

El terremoto Podemos sigue desorientando a todo el mundo, incluso a los técnicos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El organismo encargado de realizar las encuestas oficiales, y dependiente del Ministerio de la Presidencia, no tendrá listos los resultados del barómetro de otoño este lunes, como estaba previsto, y los retrasará unos días.

Según apunta El Periódico, el principal motivo de este retraso se debería a las dificultades que los expertos se están encontrando para traducir en estimaciones de voto los sorprendentes datos que situarían a la formación liderada por Pablo Iglesias como la primera a nivel nacional en intención directa de voto.

CRÓNICA GLOBAL avanzó los resultados de Podemos

El miércoles pasado, CRÓNICA GLOBAL avanzó en exclusiva que, por primera vez, Podemos se situaba como la fuerza política líder a nivel nacional en intención directa de voto. Esta situación encendió todas las alarmas en el PP y en el PSOE.

El descontento generalizado por los reiterados escándalos de corrupción han puesto en jaque al tradicional bipartidismo español, y ha afianzado a Podemos como refugio para los desengañados.

Un cocinado técnicamente muy complicado

Todo esto no tendría por qué influir en la forma de trabajar de los expertos del CIS, que deberían mantenerse ajenos a los vaivenes políticos coyunturales, pero lo cierto es que los técnicos tratan de esmerarse al máximo en la elaboración de este sondeo para evitar suspicacias.

Para calcular la proyección de una encuesta en resultados electorales concretos, los técnicos realizan ajustes sobre la intención directa de voto en función de diversas variables, como el recuerdo de voto o la simpatía hacia un determinado partido. Esta corrección se conoce popularmente como cocinado.

El problema en el caso de Podemos es que no se dispone de datos históricos, más allá de los resultados en las pasadas elecciones europeas. De ahí que los expertos siguen trabajando "intensamente" para que ese cocinado sea lo más correcto posible técnicamente hablando.