Cs retira los símbolos 'indepes' del Ayuntamiento de Barcelona

Ciudadanos retiró temporalmente esta semana la simbología independentista de la fachada del Ayuntamiento de Barcelona. La formación naranja ha recordado que los lazos amarillos, tanto el que aún cuelga del balcón consistorial como los que estaban pegados a pie de calle, "no nos representan y solo pretende dividirnos y enfrentarnos".

En un tuit en su cuenta oficial de Twitter, el partido que comanda Carina Mejías a nivel municipal ha divulgado una acción simbólica que llevó a cabo el miércoles, cuando retiró un plástico gigante con un lazo a favor de los independentistas presos que el gobierno municipal de Ada Colau decidió colocar en la fachada de la casa consistorial. Tras ello, la presidenta del grupo municipal y ediles del partido naranja procedieron a quitar los lazos propresos secesionistas que habían colocado radicales independentistas a pie de calle en farolas y rejas que miran a la plaza de Sant Jaume.

Lazo "ya repuesto"

En el mensaje en la red de microblogging, Mejías ha subrayado que "el Ayuntamiento de Barcelona es de todos los barceloneses, piensen lo que piensen". La líder de Ciudadanos en la Ciudad Condal ha recordado también que "las calles, las plazas y el Ayuntamiento de Barcelona son de todos". Ello justificaría la "limpieza" de la simbología que no representaría a los barceloneses.

Por su parte, un portavoz del segundo mayor consistorio de España ha indicado que la acción "tuvo lugar el miércoles". Tras la misma, el plástico que luce el símbolo independentista "ya está colocado de nuevo" en la fachada municipal. "Hoy mismo se puede ver", ha agregado.

Ciudadanos y PP han pedido su retirada

La acción simbólica de Ciudadanos llega después de que este grupo, el PSC y el popular de Barcelona, que comanda Alberto Fernández Díaz, hayan pedido en reiteradas ocasiones la retirada del polémico pendón de plástico, que fue colocado tras celebrarse una junta de portavoces.

La última vez que lo hicieron fue tras episodios de tensión ante la sede consistorial el pasado mayo tras una manifestación que defendía la unidad de España. Las tres formaciones coincidieron en que era necesario retirar el lazo amarillo para "rebajar la tensión", recordando que el espacio común "es de todos". No obstante, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, rechazó la demanda y aseguró que el 80% de los barceloneses comparten la colocación del símbolo pro separación.