Jaume Guardiola y Juan María Nin, consejeros delegados de Banco Sabadell y CaixaBank, respectivamente

Jaume Guardiola y Juan María Nin, consejeros delegados de Banco Sabadell y CaixaBank, respectivamente

Política

Las 'élites' no siguen las advertencias de Mas

CaixaBank y Banco Sabadell desoyen los llamamientos del presidente de la Generalidad y se desmarcan de una hipotética declaración unilateral de independencia.

26 octubre, 2013 19:12

Hace unos días Artur Mas advertía a las élites de que no debían pretender cambiar el curso de la historia, dicho de otro modo, les pedía aceptar la deriva soberanista sin rechistar.

Dos representantes muy cualificados de esas élites a las que aludía Mas, Juan María Nin, vicepresidente y consejero delegado de CaixaBank, y Jaume Guardiola, consejero delegado del Banco Sabadell, se han expresado de forma inequívoca en los últimos días. Ante la pregunta de qué opinaban sobre la independencia de Cataluña, ambos han pedido diálogo en el marco de la ley.

La postura podría parecer neutral, incluso hace solo unos meses, pero, con una posible declaración unilateral de independencia encima de la mesa, el contraste con la posición de Mas es evidente y ruidoso.

Obligados a expresar en público lo que reconocen en privado

Mas y Junqueras parecen decididos a pisar el acelerador en su viaje hacia lo desconocido. Esta actitud está provocando que los bancos, entidades a las que no les gusta nada posicionarse políticamente, al menos en público, no tengan más remedio que expresar públicamente lo que siempre han reconocido en privado.

Lo dicen sin estridencias, pero se les entiende todo. Quieren un marco político estable y previsible. Su mercado es España y, razonablemente, no quieren perderlo. Además, quieren seguir perteneciendo a la Unión Europea para poder integrarse en sus estructuras bancarias, en trámite de homogeneización, y poder seguir beneficiándose de los mecanismos del Banco Central Europeo.

Muchos analistas han planteado que, en caso de independencia, estas entidades, con la mayor parte de su mercado fuera de Cataluña, se plantearían trasladar su domicilio, sobre todo en el caso de una independencia no acordada, que implicaría la salida de la Unión Europea.