En el bombardeo, perpetrado en la madrugada del lunes, murieron al menos 22 personas: doce trabajadores de MSF y siete pacientes, y decenas más resultaron heridas.
Investigación independiente de MSF
MSF ha pedido una investigación internacional independiente y denuncia que podría tratarse de un crimen de guerra por ser un ataque directo e intencionado sobre instalaciones civiles.
La organización humanitaria insiste en que tanto la OTAN como las autoridades afganas habían sido informadas de las coordenadas exactas del hospital y denuncia que el bombardeo siguió durante más de media hora a pesar de los avisos reiterados desde el propio hospital.