Política

La Marea Blanca recoje alegaciones para parar el consorcio sanitario de Lérida

Situarán puntos de recogida en la calle y frente a los principales hospitales de Lérida. La Generalidad sigue adelante con el proyecto haciendo caso omiso del Parlamento autonómico.

8 abril, 2015 20:52

El Gobierno autonómico sigue adelante con su proyecto de crear un nuevo consorcio sanitario en Lérida que fusione a los dos organismos que prestan servicio sanitario público en la provincia, pese a la oposición expresa del Parlamento autonómico y a las múltiples protestas ciudadanas. Y la plataforma que ha aglutinado la mayor parte de estas protestas, la Marea Blanca de Ponent, no va a quedarse con los brazos cruzados.

La plataforma ha anunciado una campaña para recoger alegaciones contra el proyecto, para la cual montará puntos de recogida en la ciudad de Lérida y en localidades de la provincia, así como frente a los hospitales Arnau de Vilanova i Santa Maria.

La campaña se lanza una semana después de que la Generalidad, haciendo caso omiso a una moción del Parlamento autonómico que le instaba a paralizar el proyecto, publicara un edicto por el cual se somete a información pública la "propuesta de acuerdo" del Ejecutivo autonómico por el que "se autoriza la disolución de Gestión de Servicios Sanitarios y la constitución del Consorcio Sistema Integral de Salud Lleida (SIS Lleida) y se aprueban sus Estatutos".

Los argumentos de los críticos

La oposición al proyecto argumenta fundamentalmente tres razones para rechazarlo. Por una parte, ven en él una puerta abierta a la privatización encubierta de la sanidad pública catalana. Por otra, consideran poco eficiente, en términos de racionalidad administrativa, crear un nuevo organismo que se sume a los ya existentes en el sistema sanitario de Cataluña.

Finalmente, señalan que el futuro consorcio -y así lo dejan claro sus estatutos- formalizará sus nuevas incorporaciones con contratos laborales, por lo que, a medio o largo plazo, el actual personal estatutario será sustituido por pesonal laboral, con peores condiciones y menos derechos.