En un acto judicial, la juez titular, Eva Moltó, considera que hay "multitud de evidencias" para creer que los agentes imputados cometieron un delito contra la vida del empresario desaparecido.
Entre otros argumentaciones, la juez se remite al informe del fiscal, que afirma que los agentes acusados pusieron a Benítez en una "situación de peligro y riesgos innecesarios" para su vida. También afirma que los mossos imputados incurrieron en desproporción al golpear a Benítez, que la intervención tuvo una duración excesiva, y que no pidieron auxilio médico hasta que el empresario estaba ya inconsciente.
Sobresee acusaciones menores
Con estos argumentos, la juez mantiene la imputación a nueve de los agentes por un delito contra la vida; a dos agentes, por obstrucción a la justicia, y a otro, por coacciones. Si anula, en cambio, las imputaciones a cuatro mossos por el delito de encubrimiento; a otros tres, por detención ilegal, y a cuatro más, por falsedad en documento oficial.
Los hechos tuvieron lugar la noche del 5 al 6 de octubre en la calle de la Aurora de Barcelona, en el barrio del Raval. Después de un altercado todavía incierto, agentes de los Mossos inmovilizaron a Benítez en el suelo. Según muestran unos vídeos domésticos divulgados poco después, algunos de los agentes golpearon a Benítez mientras estaba inmovilizado.
Posteriormente, el consejero de Interior, Ramon Espadaler, admitió "mala praxis" en la detención. Pero también rechazó apartar del servicio a los agentes implicados porque, a su parecer -y en contra de un informe de la Policía Nacional- estos no golpearon en la cabeza a Benítez. Sí reconoció que los agentes golpearon en el "tronco superior" al empresario, pero negó que esto fuera una mala praxis.