El líder del PP catalán Alejandro Fernández, Cayetana Álvarez de Toledo y Joan López (de izquierda a derecha) / EFE

El líder del PP catalán Alejandro Fernández, Cayetana Álvarez de Toledo y Joan López (de izquierda a derecha) / EFE

Política

La derrota de Casado recrudece la guerra interna del PPC

El partido liderado por Fernández quiere analizar a fondo los resultados del 28A, convencido de que hay recorrido en las municipales, pero el sector crítico reprocha la dureza de los discursos

30 abril, 2019 00:00

Mutismo en la sede del PP en la calle Urgell de Barcelona. Los populares quieren esperar a analizar con detalle los resultados de las elecciones generales del 28A para pronunciarse sobre su situación en Cataluña. “Hay que analizar en los próximos días, población a población, para ver exactamente el trasvase de votos”, explican a Crónica Global fuentes de la cúpula del PPC. Ayer no hubo reunión de la ejecutiva catalana. Tampoco hubo valoración oficial del resultado, que la cabeza de lista por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, calificó como “una derrota contundente y clara” el domingo por la noche. 

La formación conservadora solo ha logrado salvar uno de los seis escaños que había obtenido en los comicios de junio de 2016 en esta comunidad, el de la propia Álvarez de Toledo. En tres años, los populares han perdido más de la mitad de los votos en Cataluña (han pasado de 464.538 a 200.209) y su porcentaje de apoyo se ha reducido a un tercio (del 13,36% al 4,85%).

Reconocen estas fuentes oficiales que existe un estancamiento de votos desde 2017, pues este no supera el 5%. Pero todavía hay recorrido. Los populares catalanes mantienen una estructura territorial que les puede beneficiar en las futuras elecciones municipales, algo que no tiene Ciudadanos, que ha pescado el voto del PP, aunque en menor medida que Vox. “La formación naranja ha abandonado Cataluña, su negocio es otro. Eso nos da recorrido”, explican.

"El PSOE ha potenciado a Vox"

“La tentación es culpar de ello a Cayetana –indica otro dirigente del partido--, pero esto va de que no hay votos para tantos partidos. El espacio constitucionalista en Cataluña es muy pequeño y en el PSC cabe de todo. Vox nos ha machacado en Cataluña como en todas partes. Abascal ha venido bien para movilizar a la izquierda, ha sido potenciado por el PSOE como Podemos lo fue por el PP. Pero al mismo tiempo, Ciudadanos giró a la derecha”. Hay quien asegura que, sin Álvarez de Toledo al frente de la candidatura, el PP no habría sacado ni un diputado.

"Ahora mismo, el peor enemigo del PP es el propio PP. Es inaudito que existan sectores críticos dentro de los populares catalanes. La formación en Cataluña asiste al final de un proceso que comienza con Josep Piqué y Mariano Rajoy, que se pusieron de perfil y quisieron negociar el Estatut, lo que lo favoreció el surgimiento de Ciudadanos. Hoy es Alejandro Fernández quien sufre y debe gestionar esa herencia", asegura un dirigente popular, quien atribuye las críticas internas a quienes perdieron sus cargos tras el cambio de liderazgo.

El discurso 'sorayista'

En efecto, los malos resultados del 28A han recrudecido la batalla interna entre la actual ejecutiva, liderada por Fernández --quien en las primarias del PP apoyó explícitamente a Pablo Casado--, y los sectores que defienden el legado de Mariano Rajoy, esto es, un discurso sorayista –por la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, la representante de la llamada “operación diálogo” con el independentismo--. “Casado ha actuado como un líder de Nuevas Generaciones. No hemos hablado de políticas económicas ni sociales. Solo del 155”, explica un miembro de este sector crítico, quien reprocha a Fernández que haya dado la espalda a las bases del partido.

Por el contrario, responsables del PPC cuestionan la gestión de Rajoy, a quien acusan de despreciar a los conservadores. Luego el PSOE supo calentarlos con temas ideológicos que conllevaban poco gasto. Algunos no entendieron que la derecha europea tiene que ser diversa y atender diferentes sensibilidades”.

Los más veteranos afirman que “el espacio que crearon Manuel Fraga y José María Aznar entre 1982 y 1989, y que ha durado casi cuatro décadas, se ha roto”.