La agenda del 'procés' revela el rol de Mas, Rovira, Gabriel y Viver en el comité estratégico

La agenda del 'procés' revela el rol de Mas, Rovira, Gabriel y Viver en el comité estratégico

Política

La CUP ofreció la cabeza de Anna Gabriel para que Mas aceptara un acuerdo

Convergència rechazó la oferta, que era iniciativa de los independientes y había sido aprobada por ERC y los 'cupaires'

8 enero, 2016 13:18

La obstinación de CDC por mantener a Artur Mas en la presidencia de la Generalitat frustró el jueves la última oferta para alcanzar un acuerdo que habría permitido evitar nuevas elecciones autonómicas, las cuartas en cinco años.

Habida cuenta de que el propio President en funciones señala reiteradamente a un sector de la CUP como el responsable del desacuerdo y a la vista de que incluso anoche llegó a decir en TV3 que “ni siquiera son los 10 diputados de la formación los que se oponen, dado que el cabeza de lista ha renunciado”, un grupo de independientes de Junts pel Sí (JxSí) pensó en una propuesta de desempate que pudiera satisfacerle.

La cabeza de Gabriel en bandeja

Consistía en que Mas aceptara pasar a un segundo plano en la nueva legislatura a cambio de la renuncia de Anna Gabriel, la diputada autonómica y dirigente cupaire más representativa del ala dura de los antisistema, el sector que con más ahínco se ha opuesto a investir a Mas. ERC aceptó la idea, que suponía la desaparición de Gabriel del Parlament, como lo hicieron también el resto de los independientes y la propia CUP, pero CDC la rechazó de plano.

Los sectores más moderados y con más experiencia política de Convergència, entre los que se encuentra la vieja guardia de los Puig, los Rigau, aún en el Ejecutivo, prefieren evitar una nueva convocatoria de elecciones y para ello son partidarios de mantener abiertas las negociaciones.

La línea roja

Pero el círculo más cercano al President en funciones ha asumido la condición sine quanon de que Mas sea reelegido, lo que en la práctica hace inviable el nacimiento de la legislatura.

Hasta el momento, los negociadores han preferido ser discretos en torno al rechazo de esta iniciativa porque tratan de evitar la ruptura definitiva y señalar a una de las partes como responsable de los continuos fracasos no haría más que precipitarla.