JxCat repite las promesas vacías del despliegue de fibra óptica en los Pirineos

La fibra óptica es el verdadero “caballo de batalla” de JxCat. El vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, refirió estas palabras al traspaso de Rodalies al Govern. No obstante, desde antes de la formación de gobierno catalán los posconvergentes han utilizado los Pirineos como objetivo de la digitalización completa de los pueblos más aislados de Cataluña. De hecho, la presidenta del Parlament, Laura Borràs (JxCat), aseguró durante la campaña electoral del pasado febrero que si estaban en el Govern acabarían el despliegue de la banda ancha en todo el territorio en 2022.

La reconversión de los municipios del Pirineo catalán viene de la primera etapa de Convergència, en 1983, cuando era president Jordi Pujol, y se creó la Ley de alta montaña. Esta normativa volvió al escenario político en 2011, a petición del Consell General de Muntanya --la última reunión de este órgano con el consejero de Territorio fue el 28 de septiembre de 2019, con Damià Calvet-- formado por las comarcas de Aran, la Alta Ribagorça, el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà, el Alt Urgell, la Cerdanya, el Solsonès, el Berguedà, el Ripollès y la Garrotxa. Pero el objetivo de esta legislación era potenciar el desarrollo económico de los Pirineos para asimilarlos a otras zonas de Cataluña, algo que por el momento no se ha logrado al completo desde la Generalitat. La fibra óptica pretende impulsar el territorio y luchar contra la despoblación con la introducción masiva anunciada por Puigneró este miércoles a partir de 2022.

Contrato de fibra óptica

La empresa pública de obras de la Administración catalana, Infraestructures de la Generalitat de Catalunya, SAU, ha abierto la licitación por un presupuesto de 46.115.702,47 euros (55.799.999,99 euros con IVA) para el despliegue de la fibra óptica con un contrato vigente durante cuatro años. Esta inversión iría, mayoritariamente, a suplir las carencias en los pequeños núcleos de población de los Pirineos, así como capitales comarcales como el Pont de Suert (Lleida), donde la banda ancha llegó hace relativamente poco.

Imagen en detalle de un cable de fibra óptica, de banda ancha / TELEFÓNICA - EP

Esto se vería reforzado con la inclusión de la partida anunciada por el vicepresident en los presupuestos de la Generalitat para 2022, junto a la actuación conjunta con la Diputación de Lleida --aprobada en pleno el 18 de marzo-- para “infraestructuras de telecomunicaciones” en 2021 y 2022, por 70.238.000 euros. Con estas dos variables, y los tiempos organizados por ambas inversiones, “el despliegue de fibra óptica en esta legislatura” anunciado por Puigneró en todos los pueblos de los Pirineos podría ser incompleto.

Fondos Next Generation

La promesa de JxCat debe ir acompañada de dos variables más: el Gobierno y la Unión Europea. Entre los fondos Next Generation UE que desde el continente se brinda a los Estados miembros para la recuperación económica tras la pandemia se encuentra la financiación del despliegue de fibra óptica. De hecho, según las propuestas de resolución provisionales estimatorias del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, las cuatro provincias catalanas percibirán las mejoras en banda ancha en zonas rurales con un presupuesto de 49.156.920 euros, de los que 27,8 millones de euros vendrán de ayudas europeas.

Telefónica será el beneficiario de este presupuesto en las demarcaciones de Barcelona, Girona y Lleida, mientras Adamo lo será en Tarragona. Esta última, además, ha comenzado la expansión en los Pirineos con instalación de fibra óptica por encima de los 1.100 metros en Urús, Fontanals de Cerdanya, Alp y Das.

Las inversiones de la Unión Europea, el Gobierno, la Generalitat y las diputaciones deberían fomentar la interconexión de banda ancha en todos los puntos de Cataluña, incluso en los núcleos de población que no superan los 50 habitantes. No obstante, por los periodos de ejecución, y a pesar de incluir, previsiblemente, una partida mayor en los presupuestos catalanes en 2022, los pronósticos de Puigneró y las promesas electorales de Borràs son difíciles de asumir en una legislatura. Las comarcas de los Pirineos, además, esperan la reunión con el vicepresident y titular de Territorio, como hicieron sus predecesores, en un foro en el que se debaten estas inversiones con las zonas afectadas. Y conocedoras de las dificultades geográficas para implantar estas conexiones de banda ancha que acabarían con la pobreza digital en el norte de Cataluña.