Junts per Catalunya (JxCat) redobla sus desplantes a sus socios de gobierno de ERC al frente de la Generalitat tras la suspensión de Laura Borràs como presidenta del Parlament. La formación posconvergente ha expresado este jueves su indignación por el relevo de la máxima mandataria de la Cámara catalana renunciando a presentar un candidato para sustituirla, a pesar de la disposición de los republicanos a que el cargo continúe en manos de su partido.
Así lo ha expresado el secretario general de JxCat, Jordi Turull, después de que la Mesa haya suspendido a Borràs con los votos a favor del PSC, ERC y la CUP, en cumplimiento del artículo 25.4 del Reglamento del Parlament, que obliga a cesar a los diputados a quienes se les abre juicio por corrupción, como es su caso. Por ahora, las funciones de presidencia recaerán de forma provisional en la vicepresidenta primera de la Mesa, Alba Vergés (ERC), y los posconvergentes no parecen por la labor de proponer un candidato, pese a la oferta de los republicanos.
"Injusta e injustificable"
JxCat reitera en un comunicado su apoyo a Borràs ante lo que considera "injusta e injustificable" decisión de la Mesa. En opinión de Turull, se ha vulnerado su presunción de inocencia por intereses partidistas, y exige frenar lo que considera "dinámica cainita" de algunos sectores del secesionismo.
Por esta razón, los posconvergentes comparten la decisión de Borràs de no dimitir y avisan de que lo ocurrido este jueves "sólo beneficia a aquellos que quieren la rendición del independentismo".
'Dardos' a ERC
El exdirigente de CiU, indultado por el procés, ha aprovechado la ocasión para lanzar un dardo contra el Gobierno español y ERC con afirmaciones como esta: "No se puede pedir que se desjudicialice la política catalana y, al mismo tiempo, hacer lo que se ha hecho hoy, que es suspender la presidenta Borràs antes de que sea juzgada".
A su modo de ver, quienes quieran inhabilitar institucionalmente a Borràs no conseguirán inhabilitarla "políticamente". Y ha recriminado a PSC, ERC y CUP que cumplan lo que dicta el propio reglamento del Parlament para, a su juicio, eliminar adversarios políticos.
Según Turull, la suspensión de Borràs "degrada" la institución, y acusa a los socialistas, republicanos y cupaires de haberse sincronizado con la justicia para decidir quién no debe seguir presidiendo el Parlament: "Hasta ahora esto iba de guerra sucia, de lawfare y, a partir de hoy, se ha incluido un nuevo ingrediente que es el partidismo", ha dicho.