Daniel Massagué, quien cobró presuntamente mordidas del clan Sumarroca / CG

Daniel Massagué, quien cobró presuntamente mordidas del clan Sumarroca / CG

Política

El juzgado admite la quiebra de una empresa del 'caso 3%'

Daniel Masagué, dueño de la sociedad y exalcalde de Torredembarra, recibió presuntos sobornos de la familia Sumarroca a cambio de obra pública

4 abril, 2017 00:00

El Juzgado Mercantil número 1 de Tarragona ha declarado el concurso voluntario de Maes Flequers i Pastissers SA y ha nombrado administrador concursal a Fidel Blasco Miota. Dicha entidad, con sede en Torredembarra (Tarragona), arrastra unas deudas bancarias de 2 millones de euros.

Maes Flequers venía explotando una industria panificadora y una red de panaderías en Torredembarra. Entró en crisis a raíz de las peripecias procesales de su propietario, Daniel Masagué Pere, exalcalde del municipio.

Momento en el que la policía detuvo a Daniel Massagué, alcalde de Torredembarra / EFE

Momento en el que la policía detuvo a Daniel Massagué, alcalde de Torredembarra / EFE

Momento en el que la policía detuvo a Daniel Massagué, alcalde de Torredembarra

Donde saltó el escándalo

Maes Flaquers está en el epicentro del caso 3%, relativo a la financiación irregular de Convergència, mediante el cobro de mordidas a cambio de contratas de obra pública. De hecho, es la empresa que hizo saltar el escándalo.

La constructora Teyco (ahora llamada Top Proyectos y Contratas), de la controvertida familia Sumarroca, resultó adjudicataria de un aparcamiento de 250 plazas en Torredembarra, cuando Masagué era alcalde. Más tarde, las obras del estacionamiento experimentaron un sobrecoste del 40%.

Pagos indirectos

Las pesquisas judiciales han permitido averiguar que varias sociedades de Grupo Sumarroca pagaron fuertes sumas a Maes Flequers y también a la sociedad inmobiliaria Daloi, perteneciente asimismo a Masagué.

Éste fue detenido en junio de 2014 por la Guardia Civil e ingresó en prisión, pero no dimitió de inmediato. Lo hizo cuando iban transcurridos ya 11 días. Presentó formalmente la renuncia mientras seguía recluido en el centro penitenciario Brians 1.

La batida policial de junio de 2014 se extendió a la sede de Teyco en Barcelona, y al domicilio de su máximo ejecutivo, Jordi Sumarroca Claverol.