Juan Carlos I firma su abdicación en presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Juan Carlos I firma su abdicación en presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Política

Juan Carlos I firma su abdicación

Señala que los "difíciles años" de la crisis han dejado "serias cicatrices en el tejido social", que ha despertado "un impulso de renovación", para "abrir camino a un futuro decididamente mejor".

18 junio, 2014 20:03

El Rey Juan Carlos I ya ha firmado su abdicación, en un acto solemne, pero relativamente íntimo, que ha tenido lugar este miércoles en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid. En su último acto oficial como Monarca, Don Juan Carlos ha estado flanqueado por su hijo, el Píncipe de Asturias, que mañana mismo será proclamado Rey de España, con el nombre de Felipe VI.

En su punto final a 39 años de reinado, Juan Carlos I también ha estado acompañado por la princesa de Asturias y inminente Reina Letizia, sus hijas, las Infantas Leonor -que será la heredera al trono- y Sofía, la Reina Sofía, y la Infanta Elena.

Por parte del poder político, ha asistido al acto el Gobierno en pleno: el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y la totalidad de los ministros.

Tods los presidentes autonómicos, menos Mas y Urkullu

También han asistido los componentes de las mesas del Congreso y del Senado, representantes del poder judicial, y todos los presidentes autonómicos excepto dos: el de la Generalidad, Artur Mas, y el lehendakari, Iñigo Urkullu. Tanto uno como otro, no obstante, sí acudirán a la proclamación de Felipe VI como rey, mañana jueves.

En el acto, además de firmar la ley de su abdicación -aprobada definitivamente ayer martes en el Senado-, Don Juan Carlos ha leído un discurso en el que ha manifestado su "orgullo" por "lo mucho y bueno que entre todos hemos conseguido en estos años", y su "gratitud" por el apoyo recibido por parte de los españoles.

Don Juan Carlos ha señalado igualmente que los "difíciles años" de la crisis han dejado "serias cicatrices en el tejido social", que han despertado "un impulso de renovación", para "abrir camino a un futuro decididamente mejor".