Josep Farran, concejal de la CUP, bombero y payés y el tractor que ha aparcado junto al colegio electoral / CG

Josep Farran, concejal de la CUP, bombero y payés y el tractor que ha aparcado junto al colegio electoral / CG

Política

"Los tractores no son los tanques de Cataluña"

Josep Farran, el concejal payés que ha bloqueado el primer colegio electoral del 1-O, llegará "hasta donde lo haga la gente" el domingo

29 septiembre, 2017 00:00

Josep Ramon Farran Belart (1973) protagoniza el primer bloqueo simbólico de un colegio electoral en Cataluña. El único concejal de la CUP en Les Borges Blanques (Lleida), a la sazón bombero en el Grupo de Apoyo de Actuaciones Forestales (Graf) en Lleida y payés, asegura que los tractores, un vehículo con el que él protege el punto de votación, no son "los tanques de Cataluña". Habla "a título personal".

Pregunta. ¿Qué le llevó a bloquear un colegio electoral del referéndum del 1 de octubre?

—Respuesta. Hay que aclarar que no es una barricada. Considero que es una acción simbólica en defensa de los derechos civiles y políticos.

¿Cómo se le ocurrió?

—En la zona de Lleida se hacía a menudo. En 1977, sin ir más lejos, hubo marchas de maquinaria agrícola en este sentido.

Si se celebra la consulta, ¿cómo pasará la gente para ir a votar?

—Es que no bloqueamos la entrada. Aparcamos en las inmediaciones del colegio [el Pavelló de l'Oli del municipio] como símbolo de dignidad.

Habla usted en plural. ¿Cuántos tractores pueden acudir?

—Entre semana es complicado porque estamos en campaña de recogida de la fruta. Pero podemos reunir hasta 30 vehículos el domingo.

¿Considera que ello intimidará a los votantes que, por ejemplo, quieran decir no?

—En absoluto. Recuerde que en la zona del Poniente catalán el tractor es un símbolo moral y cívico. Los tractores no son los tanques de Cataluña.

¿Qué pasará si viene un 'mosso' o guardia civil y le conmina a despejar la zona?

—Le responderemos que no la estamos bloqueando en absoluto. Es una acción simbólica.

¿Y si la situación escala y hay violencia?

—No será por mi parte. Como máximo se contempla la desobediencia civil pacífica. Debe ser, y será, una fiesta.

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar para que se vote en ese colegio?

—Hasta donde llegue la gente. Llevamos esperando este día muchos años.

La situación política es muy tensa. ¿Teme algaradas el domingo?

—Lo dudo. Y si las hay, será porque la Guardia Civil y la Policía Nacional las generan. Será su decisión y su responsabilidad. No la nuestra.

Que el referéndum del domingo sea ilegal, ¿qué significa para usted?

—Es que no es ilegal. No es ilícito preguntar a la gente. Lo dice la propia justicia española.

Pero los tribunales lo persiguen.

—Nos equivocamos si el debate es jurídico. Se trata de una cuestión política. Y así se debe enfocar.

¿Por qué es usted independentista?

—Creo que es la mejor manera de que los catalanes y catalanas puedan decidir sobre sí mismos y su futuro.

Si hay independencia, ¿perdería el campo catalán las ayudas europeas?

—Yerra usted la pregunta. La dignidad no va de contabilidad. Es una cuestión de poder ejercer un derecho.

Pero la decisión tendrá consecuencias.

—Cataluña es contribuyente neto a la caja común europea. En cualquier caso, el campo catalán debe reinventarse.

¿En qué dirección?

—En el sentido de hacer frente a los retos de la globalización. Si suben el precio del petróleo o las materias primas, está claro que no podemos seguir así.

¿Quién es Josep Farran?

—Uno de tantos cuya familia vive parcialmente del campo. Ello es común en esta comarca. Gente que trabaja la tierra y tiene otro empleo, pues el campo no da para vivir.

¿Qué cultivan ustedes?

—Como tantas otras familias, la almendra y la aceituna. En esta zona hay regadío y secano: fruta, cereal, almendra, aceituna y algunos viñedos.

¿Cuántos tractores tiene su familia?

—Dos. Y una retroexcavadora. No será por falta de maquinaria (ríe).