Infraestructures.cat urge al CAC a desalojar sus oficinas en Barcelona

Fuentes consultadas por Crónica Global sostienen que la licitación de una nueva sede por parte del CAC, una operación inmobiliaria fallida tal y como ha publicado este medio, se debe realmente a las necesidades de personal de Infraestructures.cat. Un portavoz del departamento dirigido por Juli Fernàndez ha confirmado este punto, aunque no ha precisado cuántos técnicos prevé incorporar la empresa pública.

Papeleo de los Next Generation

A cierre de diciembre de 2022, el ente encargado de regular los contenidos audiovisuales en la comunidad contaba con 76 empleados. Por tanto, el refuerzo laboral del órgano de contratación podría alcanzar esa cifra. Territorio sí ha precisado que el papeleo de los fondos europeos, así como la gestión de otros asuntos --otras fuentes mencionan expresamente la L8 de Ferrocarriles de la Generalitat (FGC)--, centran ahora mismo el trabajo extra de los empleados públicos.

Según un reciente estudio de la Cámara de Contratistas de Obra de Cataluña (CCOC), Infraestructures.cat se ha coronado como el órgano licitador con más actividad en el cuarto trimestre de 2022, un periodo en el que se ha reimpulsado la obra pública.

Atasco burocrático

Por otro lado, las urgencias de la Generalitat de Cataluña con la gestión burocrática del maná europeo no son nuevas. Al igual que con otras Administraciones, la falta de personal cualificado y la elevada complejidad de los pliegos técnicos ha menguado la ejecución presupuestaria de estos recursos económicos.

Un estudio reciente de la Cámara de Comercio de Barcelona cuantificó en el 50,8% los fondos europeos asignados por parte de la Generalitat. Si bien en este cálculo solo se incluyen las obligaciones presupuestarias, no su materialización ni recepción final por el destinatario.

Xevi Xirgo, presidente del CAC / EFE

Concurso fallido

Respecto a esta coyuntura, un portavoz del organismo presidido por Xevi Xirgo se ha limitado a comentar que se está evaluando la situación conjuntamente con el Govern para hallar una solución que no necesariamente debe pasar por lanzar una nueva licitación. El CAC lleva 10 años instalado en un amplio equipamiento en el upper Diagonal de la Ciudad Condal. Antes, sus trabajadores se localizaban en unas oficinas del distrito 22@ que eran propiedad del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB).

Debido a las presiones de Infraestructures.cat, que el año pasado ya envió el mensaje al CAC de que debía mudarse, el regulador abrió una licitación en septiembre para arrendar un edificio en Barcelona donde trasladar su sede. Este concurso, aun así, quedó desierto: ninguna de las dos propuestas económicas que se presentaron cumplieron las condiciones de contratación.

Y ahora ¿qué?

Las ofertas de Proyecto Miref Cinco SLU, presentada por el despacho Amorós Arquitectes, y Dapire Investments SLU superaron los filtros de la mesa de contratación, dándose el caso de que ni siquiera se ahondó en la propuesta material de ambos propietarios ya que contenían errores no subsanables.

La adjudicación frustrada del CAC especificaba que el inmueble o conjunto de inmuebles debía tener una superficie mínima de trabajo de 1.300 metros cuadrados y podía ser alquilado por un periodo de 10 años prorrogable por otros 10 [los detalles pueden leerse aquí]. A partir de ahora, la autoridad deberá plantear junto al Ejecutivo si relanzar el concurso o bien buscar una alternativa como recolocar a su equipo en otras dependencias públicas de la Generalitat.