Contra la democracia orgánica catalana

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Política

Los independentistas quieren saber ahora qué pasó en agosto

Aprueban la creación de una comisión de investigación sobre los atentados yihadistas, un altavoz para recordar el vínculo entre el CNI y el imán de Ripoll

6 abril, 2018 00:00

El independentismo quiere saber ahora el porqué y el cómo de los atentados yihadistas contra Barcelona y Cambrils de agosto y, para ello, el Parlament ha sacado adelante la propuesta de JxCat, ERC y la CUP (y apoyada por el PSC) de crear una comisión de investigación para tratar de esclarecer, según la versión oficial, los entresijos de aquellos tristes hechos.

El movimiento, que llega ocho meses después de la barbarie, no es casual. Se produce en plena aplicación del 155, con el asunto lingüístico sobre la mesa y con los principales responsables del procés bajo la lupa judicial (en prisión, pendientes de juicio, huidos). No deja de ser un gesto más para mantener el pulso con el Estado, ya que sus impulsores insisten en la relación (confirmada) que un día tuvieron el CNI y su confidente Abdelbaki Es-Satty, imán de Ripoll y cerebro de los ataques.

La detención de Puigdemont

Tampoco es casual que el foco de este nuevo pulso sea el CNI, el mismo que posibilitó la detención del expresidente Carles Puigdemont en Alemania, cuando regresaba a Bélgica desde Finlandia (y cuyo rastreo investiga ahora Bruselas, tras la aparición de un geolocalizador en el coche).

Es cierto que las explicaciones oficiales sobre los atentados dejaron más preguntas que respuestas y, ahora, ocho meses después de aquellos trágicos días, el independentismo recupera el dolor para, según dice, aclarar todas las dudas. La comisión, de hecho, podría trabajar aun sin gobierno, ya que las luchas internas impiden a los partidarios del sí formar un ejecutivo por ahora.

Los movimientos del Estado

¿Cambiará algo la libertad bajo fianza de Puigdemont? La CUP pide su investidura, aunque parece imposible. No obstante, fue el mismo expresidente quien, en un apunte de Twitter, en febrero, acusó al Estado de esconder todas las informaciones sobre el imán de Ripoll mientras “sobrealimenta el nacionalismo español e intenta dividir los alumnos catalanes por su lengua”. “La verdad se impondrá”, tuiteó.

En este contexto único, el independentismo aprovecha los atentados para enfrentarse de nuevo al Estado, al que muchos consideran huérfano de democracia, fascista. De hecho, Jordi Munell (JxCat) declaró en el Parlament el jueves que es inimaginable en un país “normal, democrático”, que tengan que pasar seis meses para que el Congreso aporte datos, informaciones, sobre lo que ocurrió en agosto.

Las reacciones del Congreso

Munell recordó que la Mesa del Congreso rechazó la comparecencia del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, para dar explicaciones al respecto. Todo ello, mientras las filtraciones ya vinculaban al imán Es-Satty con el CNI. La Mesa del Congreso también tumbó la petición de creación de una comisión de investigación alegando que se trataba de un hecho de “seguridad nacional” y que debía solucionarse en la comisión de secretos oficiales y gastos reservados.

“Esta ocultación general genera incertidumbre hasta el punto que nos podríamos sentir engañados como sociedad y traicionados”. Munell se pregunta hasta dónde llega el brazo del CNI, “porque llega a Finlandia”, en alusión al seguimiento que hizo de Puigdemont y que permitió su detención en una gasolinera alemana, “pero no fue capaz de llegar a Ripoll”.

El papel de los Mossos d'Esquadra

ERC alimenta las sospechas. Montserrat Fornells, tras recordar a "los miembros del Govern injustamente en prisión o en el exilio", matizó la extrañeza que le produce el hecho de que el perfil de los terroristas de Cataluña sea tan distinto al de quienes han atentado en otras ciudades europeas. Estaban "integrados". "Es lamentable que parezca que el CNI estuviera más preocupado en buscar urnas y papeletas que en seguir terroristas", lanzó.

Cerró la intervención agradeciendo el trabajo que hicieron los sanitarios, la Policía Local de Cambrils, la Guardia Urbana de Barcelona y, especialmente, los Mossos d’Esquadra, sin dejar de nombrar el trabajo del entonces mayor del cuerpo policial, Josep Lluís Trapero, y del exconseller de Interior Joaquim Forn.

La CUP, finalmente, recordó que los atentados hay que entenderlos en el contexto geopolítico, y que España participó del ataque “ilegal” contra Irak en 2003.

"Creación de conflicto"

En cuanto a Ciudadanos, afeó que el “gobierno de Puigdemont se cerró en banda” y, lejos de comparecer en sede parlamentaria para informar de lo sucedido en los días siguientes a los atentados, “se limitó a las ruedas de prensa”. Y sostienen que la comisión quiere ser el altavoz de “unas conclusiones prefijadas”.

En esta línea se expresa el PP de Xavier García Albiol: “Buscar seguir instalados en el conflicto, enredar con esta comisión y crear un conflicto, bien institucional, bien entre los cuerpos de seguridad”. Sea como sea, esta comisión es la culminación de un proceso que lleva tiempo de boca en boca y que Gabriel Rufián (ERC) ya aprovechó en su momento para atacar al Estado.