El independentismo purista de vuelca con Graupera, que impulsa un proyecto sin complejos para Barcelona

El independentismo purista de vuelca con Graupera, que impulsa un proyecto sin complejos para Barcelona

Política

Huérfano de partidos, el independentismo purista se vuelca con Graupera

Dice que está solo, pero distintos colectivos y movimientos le dan apoyo, y él mismo ya ha hablado con Puigdemont y Trias

16 marzo, 2018 00:00

El independentismo purista, el que cree que a los partidos soberanistas les ha faltado valor, el independentismo de centro-derecha-liberal, “sin complejos”, como aquel whisky nacional que se vendía con esa etiqueta, está provocando una especie de terremoto. Lo representa el periodista e investigador en filosofía política Jordi Graupera, que protagonizará el próximo martes, 20 de marzo, una conferencia en el teatro Victoria que ha desbordado todas las previsiones. El motivo inicial es buscar una candidatura unitaria para las elecciones municipales por Barcelona, de todo el independentismo, y luego ya se verá.

Es un independentismo descarnado, que Graupera pretende activar, a pesar de la división social que ya ha provocado. Señala que está solo, que no tiene a ningún partido detrás, pero diferentes colectivos se han interesado y le ofrecen su apoyo, algunos buscando que en aguas revueltas puedan tener un proyecto de futuro, otros porque creen en ello con convicción.

Todos avisados

Graupera se ha traslado a Bruselas para explicarle su proyecto a Carles Puigdemont, y también ha hablado con Xavier Trias y Alfred Bosch, para involucrar a todas las sensibilidades del independentismo, de Junts per Catalunya y de ERC. Y su intervención la ha enviado, para que la puedan analizar, a los políticos presos: Oriol JunquerasJoaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Pero, ¿a quién busca? ¿O quién ha reaccionado con claridad? Graupera ya lideró un movimiento en julio de 2016, cuando defendió que el Govern de la Generalitat debía organizar, de nuevo, un referéndum, pero de verdad, unilateral si fuera necesario. Diversas entidades y personalidades se fueron adhiriendo, y, efectivamente, el Govern de Puigdemont interiorizó que debía volver a esa “pantalla”, e intentar, después, una declaración de independencia. Ese guion, con todo lo conocido, es el que se llevó a la práctica.

A por todas

Ahora, dirigentes de Democràtes, con Antoni Castellà a la cabeza, ven con simpatía ese movimiento de Graupera, como ocurre con activistas como Anna Arqué, portavoz del ICEC (International Commission of European Citizens). También el amigo de Graupera y que impulsó una candidatura en las elecciones al Ateneu barcelonés, el filósofo y escritor Bernat Dedéu, o el periodista Enric Vila, o el exdiputado de Solidaritat Uriel Bertran, o Elisena Paluzie, economista. Se trata de activistas muy activos en las redes sociales, convencidos de que el independentismo no se ha tomado en serio a sí mismo, y que debe asumir las riendas, con todas las consecuencias, de la política catalana, dejando a los tibios y moderados a un lado.

Graupera no ha cambiado sus tesis. Aunque muy cercano en su juventud al pujolismo, impulsado por el propio expresident, se ha ido alejando de sus sucesores políticos, y con la palanca de sus estudios internacionales –la teoría del a secesión existe y Graupera conoce a sus principales defensores— argumentaba el por qué del referéndum: “El referéndum de autodeterminación provoca que el conflicto español deje de ser entre dos autoridades y pase a ser entre legitimidad y autoridad. La legitimidad es el nombre que la libertad ofrece a su encarnación política, el fondo de la cuestión. La autoridad es la forma de su ejercicio práctico. En democracia, el fondo y la forma se dan la razón mutuamente, excepto en el momento originario, fundacional, cuando el fondo prevalece sobre la forma: una victoria militar cuando los tiempos son violentos, un referéndum cuando son democráticos. Por esta razón, si el Govern pone su autoridad al servicio de garantizar el referéndum hasta el final, se fortalece, si renuncia, se debilita y hace de cualquier DUI una bala de fogueo”.

Todos a correr

Ahora busca que el independentismo crea que puede ganar Barcelona, como plataforma para cualquier otro proyecto de mayor alcance. Y propone unas primarias para lograr un candidato que pueda obtener la victoria, un candidato indepe, sin complejos.

Los más jóvenes, los cachorros del independentismo, le adoran. Habla de filosofía política, de ideales y de proyectos prácticos, y ahora todos a correr, desde el PDeCAT, que apuesta por Neus Munté como candidata, a ERC, con Alfred Bosch. ¿Estarán todos ellos en la conferencia?