Elda Mata Miró-Sans, presidenta de Societat Civil Catalana, ante una manifestación organizada por la entidad constitucionalista / SCC

Elda Mata Miró-Sans, presidenta de Societat Civil Catalana, ante una manifestación organizada por la entidad constitucionalista / SCC

Política

Implacable y acostumbrada a un entorno hostil, así es la nueva presidenta de Societat Civil Catalana

Elda Mata Miró-Sans insiste en que "no se puede aflojar ahora", y quienes la conocen aseguran que "entiende cómo funciona la lógica del poder"

4 abril, 2022 00:00

Rara vez los elogios son unánimes ante el cambio de líder en una organización, pero es el caso de la nueva presidenta de Societat Civil Catalana (SCC), Elda Mata Miró-Sans. La empresaria gerundense de 69 años genera una ilusión inesperada en el entorno de la entidad, que la califica de profesional muy preparada y de trato afable pero “inflexible” en cuanto a sus convicciones constitucionalistas.

“Es implacable cuando corresponde, no le temblará el pulso para plantar cara al nacionalismo”, señala un miembro destacado de la entidad. Otro recurre a un tópico para definirla: “Mano de hierro en guante de seda”. Si alguien pensaba que SCC bajaría el diapasón ante la actual situación de desconcierto en el independentismo, se equivoca. La propia Mata, en conversación con este medio, lo deja claro: “Societat Civil Catalana es más necesaria que nunca. No estamos en el posprocés. En Cataluña se siguen conculcando los derechos de los catalanes no nacionalistas”.

“No ha cambiado nada en Cataluña”

Mata (Barcelona, 1953) es castellanohablante de lengua materna pero vive desde hace 40 años en Ullà, un pequeño pueblo del Baix Empordà (Girona) de mayoría catalanohablante e independentista. “Está acostumbrada a un entorno hostil para los constitucionalistas, no se va a arrugar. En los temas polémicos lo tiene muy claro, no se anda con medias tintas ni con equidistancias”, dicen en su entorno.

Y ella lo corrobora: “En Cataluña hay falta de libertad. El procés no empezó en 2012, sino mucho antes, con Pujol. Recordemos el plan 2000. Y siempre con los gobiernos mirando a otro lado. ¿Vamos a hacer ver ahora que esto se ha tranquilizado? En ese sentido, no ha cambiado nada. Sigue existiendo muerte civil, hay personas con miedo a salir en una foto”.

“No se puede aflojar ahora”

La nueva presidenta asegura que, en la nueva etapa que se abre, SCC presentará batalla en los frentes más sensibles. Uno de ellos es la discriminación lingüística de los castellanohablantes. “Es increíble que tengamos que salir a la calle para pedir que se cumpla una sentencia, es una aberración que esto ocurra en un Estado de derecho”, señala en referencia a la obligación de que el 25% de las clases en las escuelas se impartan en español.

“No se puede aflojar ahora”, insiste Mata. “Por eso, tenemos que estar más activos. Es inconcebible que la Generalitat diga abiertamente que no va a cumplir la ley y las sentencias. Que busque subterfugios para reinterpretarlas”, añade. Asegura que recurrirán a los tribunales cuanto sea necesario, como han hecho hasta ahora. Y cita los ejemplos del Tribunal de Cuentas en el caso de las fianzas de los promotores del procés y el incumplimiento de la ley de banderas en los ayuntamientos.

“Ninguneados por los gobiernos”

Mata lamenta que “la geometría parlamentaria haga extraños compañeros de cama”, en referencia a los pactos de los partidos de ámbito nacional con los nacionalistas.

“Hemos sido y somos ninguneados por todos los partidos en el Gobierno. Los catalanes constitucionalistas somos utilizados como moneda de cambio. Tenemos que forzar para que se nos tenga en cuenta”, señala.

Mandato “no acomodaticio”

La nueva presidenta de SCC asegura que “se puede revertir la situación en Cataluña” y considera que el camino pasa por “ilusionar” a los no nacionalistas.

Mata promete un mandato “no acomodaticio” al frente de la organización y que se dejará la piel en “defender los derechos y las libertades de los ciudadanos de Cataluña”. “Porque lo que pasa en Cataluña acaba beneficiando o perjudicando al resto de España y, por ende, a Europa”, subraya.

“Entiende la lógica del poder”

Perteneciente a “una familia catalana acomodada”, Mata ha sido empresaria en el ámbito del comercio textil y agropecuario y, posteriormente, ha ejercido cargos de dirección en compañías del ámbito turístico. Según su entorno, eso aporta una virtud de la que carecía su antecesor en el cargo, Fernando Sánchez Costa, que seguirá vinculado a la entidad hasta el verano para colaborar en tareas de relación con los medios.

“Elda habla el lenguaje de los empresarios, es una de los suyos, una persona de su confianza. Sabe cómo conseguir donantes, algo fundamental para la financiación de SCC. Y lo ha demostrado como vicepresidenta. Es muy decidida y tiene mucha personalidad. También es muy hábil en la interlocución con los partidos. Entiende cómo funciona la lógica del poder y sabe posicionarse. Le habla de tú a tú. Se sitúa rápido. Sabe muy bien cómo se posicionan las piezas. Juega fuerte”, señala a Crónica Global un antiguo directivo de la entidad. Otro destaca que Mata es “muy rigurosa en la gestión y en los gastos” y que hará de SCC una entidad “más eficiente”.

Nueva junta directiva de Societat Civil Catalana / SCC

Nueva junta directiva de Societat Civil Catalana / SCC

Junta directiva equilibrada

La nueva presidenta ha conformado la junta directiva de forma totalmente independiente. Fuentes internas de SCC insisten en que, pese a las habituales presiones para situar a diferentes candidatos, Mata ha elegido a su propio equipo, más reducido que el anterior (la junta ha pasado de 20 a 9 miembros). Preguntado por ello, la propia Mata responde que a ella le gusta la “interlocución directa” con todos los miembros del equipo y que así es “más fácil y eficiente”.

Además, la presidenta destaca que en la junta “no hay cargos orgánicos de ningún partido” –“ninguno de ellos me ha presionado”, subraya– aunque “hay personas de todas las tendencias y sensibilidades”. Así lo confirman las fuentes consultadas, que hablan de un equilibrio entre los perfiles “liberales-conservadores” (al que pertenecería Mata) y los “progresistas-socialdemócratas” (con el vicepresidente Àlex Ramos como máximo exponente, que continúa en el cargo). En el ala liberal también repiten Maraya Perinat y Ferran Brunet. Mientras que por el socialdemócrata siguen Caterina Mieras y Eladio de Miguel. Y en el más izquierdista permanece Ángela Herrero. Las dos incorporaciones, Eloy Moreno y Jorge Ferández Argüelles, se consideran cercanas al ámbito ideológico de Ciudadanos.