Pablo Iglesias, a su llegada a la Jornadas de Sitges, acompañado del presidente del Círculo de Economía,  Juan José Brugera / CG

Pablo Iglesias, a su llegada a la Jornadas de Sitges, acompañado del presidente del Círculo de Economía, Juan José Brugera / CG

Política

Iglesias propone un gobierno con Sánchez con máxima presión fiscal

El líder de Podemos exige a los socialistas “coherencia” ante sus coqueteos con Ciudadanos y delega en Colau la decisión sobre los pactos con Valls

31 mayo, 2019 14:31

El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha expresado su voluntad de formar gobierno con el socialista Pedro Sánchez y, tras asegurar que "lo de los ministerios es lo de menos", ha propuesto una nueva fiscalidad que pasa por un aumento de la presión fiscal, que pasa por impuestos a la banca y a las grandes fortunas. Iglesias ha dejado en manos de Ada Colau la decisión sobre un posible pacto con PSC y Manuel Valls para retener la alcaldía de Barcelona. “Son los compañeros de Barcelona en Comú quienes deberán decirlo, pero sé que trabajan en la línea de acuerdos progresistas”, ha dicho durante su intervención en las XXXV Reunión del Círculo de Economía que se celebra en Sitges (Barcelona). No obstante, ha afeado al PSOE “que busque entendimientos con Ciudadanos”.

Dice que lo de menos son los ministerios y que lo importante, en un Gobierno de coalición con el PSOE, son los programas. En este sentido, propone una nueva fiscalidad que incluya un impuesto a la banca, ”que debe 60.000 millones de euros”, así como un impuesto digital, otro para las transacciones financieras y para las grandes fortunas.

Los empresarios piden sensibilidad

En la presentación del líder podemita, el presidente del Círculo de Economía, Juan José Brugera, se ha referido al procés, una cuestión de la que, tal como manifestó ayer durante la intervención del presidente catalán Quim Torra, “venimos hablando hace años y que confirma la validez de nuestra apuesta a favor del diálogo”. Ha pedido a Iglesias sensibilidad hacia las necesidades del mundo empresarial, en materia de competitividad e internacionalización. “Tras la crisis pocos pensaban que la empresa reaccionaría como lo hizo. Ahora hay que perseverar en esa dinámica”, ha dicho.

Iglesias ha tomado nota de la existencia del malestar social con cifras de desempleo, el desafío de una economía digitalizada y la necesidad de una nueva cultura de la negociación vía acuerdo para buscar una salida al conflicto catalán, en la línea defendida por los empresarios.

Aunque ha admitido que no se ha hablado demasiado de la UE en la campaña electoral, ha avisado de que “la suerte de España se juega en Europa. Aspiramos a formar parte de un Gobierno con una fuerte presencia en Europa, pero que contraste con países como Italia, que tiene un peso parecido pero que tiene un ultra como Salvini”.

La pulla al PSOE

Ha lanzado una pulla hacia el PSOE, porque “un horizonte de estabilidad pasa por la coherencia, y los socialistas parece que están mirando hacia otras posiciones”, en referencia a Ciudadanos y los posibles acuerdos municipales y autonómicos.

Cree Iglesias que se ha abierto un tiempo nuevo en el que se puede lograr esa estabilidad para afrontar la desigualdad y los grandes retos que pasan por reformas y adaptación al siglo XXI. “Las elecciones generales arrojó un nuevo panorama protagonizado por las fuerzas progresistas. Y el último barómetro del CIS apunta a las preferencias de los españoles por un pacto PSOE y Podemos”, ha recordado.

En ese sentido, cree que, tras la efervescencia elctoral, hay que defender sin tapujos “alianzas progresistas en todos los niveles de la administración. Un Gobierno de coalición estable y coherente”.

Ha rehusado pronunciarse sobre sus preferencias respecto a los ministerios que ocuparía Podemos en ese Ejecutivo, dejando atrás sus exigencias para ocupar la vicepresidencia de hace unos años. A su juicio, lo importante son los programas.

Reformular la política fiscal

En este sentido, ha propuesto al presidente Pedro Sánchez –que mañana clausura las jornadas de Sitges—unas reformas estratégicas que favorezcan la creación de empleo mediante inversiones, lo que implica reformular la política fiscal. “La deuda pública se reabsorberá si se promueve el empleo Si hay recortes, no se avanzará”, ha dicho.

La transición energética, avances en la igualdad de género para reducir la brecha salarial y más presupuesto en I+D hasta llegar a un 3% del PIB son algunas de sus propuestas, así como acabar con la precariedad laboral mediante la derogación de la reforma laboral de 2012 y la transformación de los contratos temporales en indefinidos.

Reducir la desigualdad favoreciendo la conciliación laboral y familiar. Podemos propone una prestación de suficiencia de 600 euros para quienes no tienen ningún ingreso y se encuentran en una situación de alto riesgo de pobreza, y una reducción horaria sin menoscabo de salarios.

En materia fiscal, propone un impuesto a la banca, ”que debe 60.000 millones de euros”, así como un impuesto digital, otro para las transacciones financieras y para las grandes fortunas.

"Es fácil criticar al Papa Estado"

Respecto a la sostenibilidad de esas propuestas, y en respuesta a las preguntas de los asistentes, ha dicho que “es muy fácil criticar al Papa Estado cuando se pueden llevar a los hijos a escuelas privadas”.

Iglesias ha apostado por la implicación de Cataluña y País Vasco en la modernización de España. Ha avisado de las consecuencias nefastas que el procés esta teniendo “en las clases trabajadores y emprendedoras, por lo que ha calificado como “crucial” la “plurinacionalidad y el pluricentrismo. Si somos inteligentes, pueden ser ventajosas para España”. De ahí que defiende la bicapitalidad Madrid-Barcelona porque “con menos competencia puede abrir muchos campos de eficacia y desarrollo. Necesitamos el talento emprendedor vasco y catalán”.

Los presos independentistas

Sobre la situación de los presos independentistas, Iglesias ha advertido de que “la judicialización no ayuda al conflicto. La imagen de España en el exterior no es buena. Hay resoluciones de tribunales extranjeros que no nos dejan bien. Lo que ocurre en Cataluña solo tiene soluciones políticas. No queremos que Cataluña se vaya de España, no estamos de acuerdo con las posiciones irresponsables del independentismo. Pero un gobernante del Estado no puede ignorar la diversidad política que se ha expresado en las urnas”.