El teneinte alcalde de Sant Julià de Ramis (Girona), Josep Pujolras (d), se dirige a los agentes de la Guardia Civil que irrumpieron en el centro de votación la población donde inicialmente tenía previsto votar el presidente de la Generalitat, Carles Puig

El teneinte alcalde de Sant Julià de Ramis (Girona), Josep Pujolras (d), se dirige a los agentes de la Guardia Civil que irrumpieron en el centro de votación la población donde inicialmente tenía previsto votar el presidente de la Generalitat, Carles Puig

Política

Los hijos de los guardias civiles, acosados en las escuelas de Cataluña

Varios agentes del instituto armado denuncian la situación que viven sus descendientes a raíz del 1-O

4 octubre, 2017 14:27

Son las consecuencias de la confrontación. Sufren los más pequeños. Varios agentes de la Guardia Civil destinados en Cataluña han denunciado que sus hijos padecen acoso en la escuela a raíz de las actuaciones de la Benemérita por el 1-O.

El foco principal está en Sant Andreu de la Barca (Barcelona), donde se encuentra el mayor cuartel de Cataluña. Varios agentes han alertado de que, tras el 1-O, se instó a los alumnos a salir al patio contra la “violencia policial”; muchos de los hijos de los efectivos se sintieron presionados y secundaron la condena para no ser señalados. Ocurrió en el IES Palau de la localidad del Baix Llobregat.

Posibles delitos de acoso y de odio

Esto no es todo. El coordinador en Cataluña de la Asociación Española de Guardias Civiles, Bartolomé Barba, ha asegurado que en el centro se pidió a los alumnos que, “uno por uno”, manifestasen su opinión respecto a lo sucedido durante la votación. Algunos de estos menores “llegaron llorando a casa”, ha dicho a Efe.

Ante la gravedad de los hechos, Barba ha explicado que estudian con abogados la posibilidad de presentar una querella ante la Fiscalía de Menores para que los tribunales decidan si hubo un delito “de acoso a menores e incluso odio”. Por su parte, el alcalde de Sant Andreu, Enric Llorca (PSC-CP), se ha puesto en contacto con los servicios territoriales de Enseñanza para obtener información.

"Hijo de puta fascista y asesino"

Sant Andreu, sin embargo, es solo uno de los puntos calientes. Denuncian problemas similares agentes destinados en Premià de Mar (Barcelona). Allí, un agente ha explicado que al hijo de un compañero, estudiante de primaria en una escuela concertada, el lunes le llamaron “hijo de puta fascista y asesino” en clase.

Asimismo, ha relatado que a su propia hija, estudiante de primaria, le increparon el día 20 de septiembre, tras la entrada de la Guardia Civil en varias conselleries de la Generalitat: “Le dijeron que los agentes éramos unos asesinos y unos matones”.

"Los 'polis' son malos"

También en esta ciudad costera, la hija de 15 años de otro Guardia Civil lleva desde el lunes sin ir a clase, ya que cuando otros compañeros le llamaron “fascista” y “asesina” pidió que le recogieran del centro y ahora no quiere regresar “por miedo”. El centro tomará medidas, pero el profesorado no es suficientemente “duro”.

Otro caso lo detalla un agente de una población costera del Baix Empordà (Girona), que critica que en el colegio de primaria de sus hijas, que es público, el lunes se proyectaron imágenes de las cargas policiales que tuvieron lugar en diferentes locales de votación del territorio catalán y se celebró un minuto de silencio para las “víctimas”.

El mismo agente precisa que nunca antes habían vivido una situación de este tipo y que la relación con el centro y con todos los padres es buena, pero reprocha que se les explicara a los niños “que los polis son malos” porque su hija mayor llegó a casa llorando.

"Facha"

Más tensa es la situación que ha vivido el hijo de 20 años de un guardia civil que estudia formación profesional en un centro privado de Olot (Girona). El lunes hicieron un debate en clase en el que se expuso que los guardias civiles eran “asesinos y represores”, y cuando el muchacho dijo que su padre era hijo de Guardia Civil y le defendió le echaron del aula al grito de “facha”.

“Nosotros somos de aquí, hablamos catalán y yo nunca he pegado un palo a nadie. Esta es nuestra casa, pero en cuanto pueda pedir el traslado, lo haré”, ha lamentado.