El presidente de ERC, Oriol Junqueras; el presidente de la Generalitat y de CDC, Artur Mas, y el diputado de la CUP David Fernández

El presidente de ERC, Oriol Junqueras; el presidente de la Generalitat y de CDC, Artur Mas, y el diputado de la CUP David Fernández

Política

Guía de las fallidas listas unitarias independentistas

De la nonata coalición CiU-ERC para las europeas a la última propuesta de Junqueras, pasando por los dos intentos de Mas de listas del 'president'.

3 julio, 2015 21:16

El independentismo catalán hace años que está de acuerdo retóricamente en un concepto, la unidad. Y también hace años -y sobre todo, meses- que se pelea enconadamente a cuenta de esta unidad. Siempre con la constante de que ninguno de los actores implicados quiere aparecer como culpable del no entendimiento. La principal muestra de ello es la larga serie de propuestas de listas unitarias para las elecciones. Una serie que inició formalmente el presidente de la Generalidad y de CDC, Artur Mas, inmediatamente después del 9N. Y que aun colea.

25N: La primera propuesta de Mas

Ya antes de la consulta del 9N, y ante la constatación de que sería imposible celebrar un auténtico referéndum, el entorno independentista empezó a plantearse en serio sustituirlo por unas elecciones autonómicas en clave de plebiscito. Y con la idea de una candidatura unitaria en el ambiente y en las declaraciones cruzadas de CiU, ERC, la ANC y Òmnium. Pero la primera propuesta concreta la hizo Mas.

El líder de CDC lanzó su bomba en un acto público ante 3.000 personas el 25 de noviembre del año pasado. Mas propuso convocar elecciones en clave plebiscitaria, con una lista única independentista que él encabezaría o cerraría -aunque en pocos días olvidó su disposición a no encabezarla-. Esta lista debía ser "transversal", formada por personalidades "de la sociedad civil" y de los partidos implicados. Pero al margen de los partidos, de hecho. Y es que el gran requisito de Mas era que los miembros de esta candidatura se deberían comprometer a no volverse a presentar en posteriores comicios.

El 'no' de Junqueras

De aceptar este requisito, los rivales políticos de Mas -especialmente al líder de ERC, Oriol Junqueras- se veían en una dolorosa disyuntiva. O sacrificar su futura carrera política en aras del proyecto independentista, o dejar que Mas fuera el único dirigente de peso de esa candidatura única. La respuesta fue obviamente negativa.

Solo una semana después, y también en un acto público, Junqueras dio calabazas a Mas y apostó por que los partidos independentistas se presentaran por separado a las elecciones. Junqueras argumentó que era la mejor manera de lograr que "ningún independentista se sienta excluido". Y solo propuso, como elemento de unidad, que los partidos compartieran parte del nombre de sus candidaturas y un punto de sus programas.

Guerra de declaraciones

Tras la negativa de Junqueras, CDC y ERC y sus entornos mediáticos se enzarzaron en un cruce de acusaciones para culpar al rival de la falta de acuerdo. Por parte de ERC, el principal argumento era esgrimir las encuestas, que entonces auguraban un posible sorpasso de ERC a CiU, y culpar a los convergentes de maniobrar para evitar una victoria de Junqueras. También les acusaron de amenazar con parar el proceso si no podían liderarlo, y empezaron a exigir elecciones inmediatas a Mas.

Por parte convergente, se reprochó a ERC haber rechazado la propuesta unitaria, que consideraban que favorecía la posibilidad de victoria independentista en las elecciones. Y se argumentó que solo un triunfo amplio de una única lista permitiría ganar apoyos para la causa en el extranjero.

La ANC, una entidad que siempre se había considerado como fuertemente influida por ERC -si no controlada en parte-, se decantó por apoyar la idea de una lista unitaria. Lo que también supuso un cierto golpe para una ERC que, desde entonces, ha ido perdiendo fuelle en las encuestas.

Junio: ¿Lista del 'president' o con el 'president'?

Y cuando parecía que la idea de una lista única secesionista parecía arrinconada, Mas volvió a lanzar otra bomba. Esta vez, no dirigida al resto de partidos, sino a las entidades. Otra vez en un acto público, y otra vez por sorpresa, Mas propuso una "lista con el president" en la que incluiría a independientes de todas las entidades que quisieran participar, así como a críticos soberanistas de otros partidos. Sin invitar a ERC ni a la CUP.

Mas también se abrió a no encabezar esta lista. Aunque con la boca más pequeña que en noviembre. Si entonces se mostró dispuesto incluso a "cerrar" la candidatura, esta vez solo se ofreció a ocupar "el papel que se me asigne".

La nueva propuesta de Mas se interpretó como un arma de presión a la ANC, Òmnium y la AMI. Estas entidades siempre habían preconizado la unidad de acción del independentismo y habían criticado a los partidos por no favorecerla. Y ahora se veían en el brete de legitimar con su presencia la lista de Mas, o bien aparecer ellos como causantes de la desunión.

La última carta de Junqueras

Las entidades respondieron a Mas rehusando apadrinar una sola candidatura indepedentista, en aras de mantener su equidistancia. Aunque sin descalificar directamente la idea del líder de CDC. Pero la insinuación de Mas de que aceptaría no liderar la candidatura no pasó desapercibida. Y hace solo tres días, Junqueras la adaptó para ver y subir la apuesta de Mas. Junqueras se mostró dispuesto a no presentarse a las elecciones del 27S. Pero forzando a Mas a no hacerlo tampoco. Su propuesta, "una sola lista formada solo por personas de la sociedad civil, sin políticos, que tuviese por único objetivo actuar de forma plebiscitaria para proclamar la independencia".

La propuesta de Junqueras no ha sido aun rechazada de forma explícita por ningún partido independentista. Desde CDC se ha respondido con palabras ambiguas, pero en clave positiva. La CUP ha visto "difícil" materializar la propuesta, pero no se ha excluido, si recoge sus exigencias en materia social. Y las entidades están aun meditando su respuesta a una opción que las convertiría en grandes protagonistas.