Mariano Rajoy saluda satisfecho a sus simpatizantes tras ser investido presidente / EFE

Mariano Rajoy saluda satisfecho a sus simpatizantes tras ser investido presidente / EFE

Política

¿Gobernará Rajoy con 137 diputados como si tuviera mayoría absoluta?

El presidente del Gobierno se toma el puente de Todos los Santos antes de nombrar a los ministros tras haber apremiado al PSOE durante meses para que le permitiera formar Gobierno

30 octubre, 2016 00:00

Pese a disponer de solo 137 diputados, lo que supone el menor apoyo parlamentario de la historia de la democracia española, Mariano Rajoy sale reforzado de la investidura. De hecho, es el que menos noes ha cosechado en los últimos 40 años gracias al giro de los socialistas.

Únicamente tiene 137 diputados, pero se dispone a gobernar como si dispusiera de mayoría absoluta, como si tuviera los 186 que obtuvo en 2011.

La debilidad del PSOE

La fuerza no se la da su base electoral, sino la debilidad del adversario. El PSOE se ha abstenido, al menos la mayor parte de su grupo parlamentario. El principal partido de la oposición se ha roto porque su futuro ha quedado en manos de Mariano Rajoy, quien a partir de abril podría disolver las Cortes y convocar las tan temidas terceras elecciones.

El reelegido presidente del Gobierno ya lo ha dicho: tanto el PSOE como Ciudadanos tienen que colaborar con los objetivos del Gobierno, que no son del PP, dice, sino del país. No forzará a los socialistas a que apoyen los Presupuestos Generales de 2017 porque no lo necesitará: ya ha empezado la negociación con los nacionalistas vascos. Pero si reclamará su apoyo para otros objetivos. “Todos hemos de hacer esfuerzos para cumplir los compromisos del país”, dijo ayer tras ser investido.

Y, por supuesto, no piensa tocar lo que considera su legado, o sea la legislación que ha implemantado durante su mayoría absoluta.

Unos días de descanso

En línea con la nueva situación, el presidente del Gobierno se va de puente. Ya no hay urgencias, el PSOE ya no ejerce el famoso bloqueo institucional que tenía angustiada a España. Rajoy esperará a nombrar Gobierno al jueves próximo, una decisión inaudita en un país que lleva más de 300 días con un Gobierno en funciones e incomprensible en un hombre que se ha cansado de clamar la necesidad de disponer de un Gobierno con plenas capacidades.

La sonora ausencia de Sánchez

Ayer faltó un diputado a la votación de investidura. La sonora ausencia de Pedro Sánchez hizo que el hemiciclo tuviera solo 349 escaños: 170 a favor; 68 abstenciones y 111 en contra.

La comisión gestora del PSOE tiene que decidir ahora qué hace con los 15 diputados que votaron en contra y rompieron la disciplina de voto: igual sanciona a los que son militantes del partido, y hasta es posible que conozcamos ese castigo antes de que Rajoy comunique el nombre de sus nuevos y viejos ministros. Algunas voces de ese órgano provisional del partido abogan, incluso, por romper los lazos con los socialistas catalanes del PSC que han votado "no" en lugar de abstenerse.

La actitud de Rajoy tras la sesión parlamentaria de ayer no sugiere que vaya a dar muchas sorpresas; o al menos, si las hay, que vayan en la línea de la nueva realidad del Parlamento. La abstención del PSOE, que efectivamente implica un compromiso más allá de la pura investidura, debería tener algún reflejo en el nuevo Consejo de Ministros, al menos con algún currículum menos hooligan del conservadurismo nacional. Eso será, en cualquier caso, a partir del puente de Todos los Santos.