Alumnos de un curso de especialización de FP / EP

Alumnos de un curso de especialización de FP / EP

Política

La Generalitat abre otro frente educativo con los 'másters' de la FP

La rotación de los cursos de especialización y la obligatoriedad de contratar personal externo complican la gestión en los centros

10 febrero, 2021 00:00

La Consejería de Educación ha vuelto a meterse en problemas con el despliegue de los cursos de especialización de la formación profesional (FP). Esta oferta formativa, equiparable a los másters de los grados universitarios, se impartirá tras la obtención de un título de ciclo medio o superior y tendrá una duración de entre 600 y 720 horas. Estos cursos tienen como objetivo complementar las competencias de los estudiantes y facilitar su inserción en el tejido laboral, sobre todo en sectores punteros.

Aunque en un principio solo se implantarán tres especialidades --panadería y bollería artesanal, ciberseguridad en entornos de tecnologías de la información y fabricación inteligente--, fuentes consultadas por Crónica Global expresan sus dudas sobre la estrategia del Departamento. La rotación de los cursos y la obligación de contratar personal externo centran las críticas de los funcionarios, que acusan a la Generalitat de proponer una logística endiablada para los centros de formación.

Profesores externos

Un docente de un instituto del Vallès Occidental se muestra tajante: "Enseñanza se está saltando los BOE". Este profesor se refiere a la previsiones explícitas de los reales decretos que regulan estos cursos. Así, en el artículo 11 del decreto sobre la especialización en ciberseguridad se dicta que "la docencia de los módulos profesionales que constituyen las enseñanzas de este curso de especialización corresponde al profesorado del Cuerpo de Catedráticos de Enseñanza Secundaria, del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria y del Cuerpo de Profesores Técnicos de Formación Profesional".

La figura del profesor especialista --procedente del mundo empresarial y contratado de forma parcial para impartir asignaturas complejas-- no está prevista para impartir los 'másters' de la FP. Otros interlocutores como Alberto Vila, director del Instituto Tecnológico de Barcelona, explican que en ocasiones no solo es imprescindible, sino deseable la ayuda de estos expertos procedentes del ámbito privado. "El tercer nivel educativo, cuanto más cerca esté de la empresa tanto mejor. Aunque a veces es complicado contratar a profesionales que estén en activo", argumenta.

Educación promete que ningún alumno de escuelas de adultos se quedará sin plaza de FP / EP

Educación promete que ningún alumno de escuelas de adultos se quedará sin plaza de FP / EP

Rotación obligatoria

Las diferencias salariales y la dificultad para hallar perfiles cualificados son un temor que atenaza a algunos centros. "Buscar externos es un desastre. No los vamos a encontrar. Las bolsas en informática están 100% vacías. Si ya no puedo cubrir sustituciones normales, aún menos voy a encontrar a cuatro superespecialistas en un tema concreto que accedan a cobrar un sueldo de profesor", comenta un docente. Además, tampoco comprende que se desperdicie la inversión intensiva que supone instalar equipamientos sofisticados como un laboratorio tecnológico.

A esta situación se suma la rotación obligatoria prevista por la Generalitat para estas modalidades formativas. Una posibilidad que no tiene ningún sentido para otros conocedores de la FP. "Lo interesante sería consolidar los cursos de especialiades en un centro. Por ejemplo, el instituto Anna Gironella de Barcelona es líder en un textil. No tendría sentido que rotase", comenta Rodri Plaza (CCOO). Por su parte, la Consejería ha asegurado a este medio que los cursos serán impartidos por profesorado interno, aunque ha reconocido que las especializaciones podrían repartirse entre diferentes centros si fuese necesario.

Faltan recursos

Los sindicatos también aportan su visión sobre este el futuro de la FP. En parte, la ausencia de personal altamente cualificado se solventaría, según Plaza, con una mayor inversión por parte de la Administración. "Sería mejor tener profesorado interno para ganar en prestigio. Pero para eso hacen falta más recursos", sentencia.

Otras voces consideran que la escasez de oposiciones lastra la capacidad para afrontar estas alternativas formativas. "Gran parte del problema es que no se convocan plazas. Se limitan las oposiciones a cubrir las plazas de jubilaciones. Deberían sacarse a concurso más plazas para que los profesionales optasen a un puesto seguro", sostiene Jesús Martín (UGT).

El consejero de Educación, Josep Bargalló, en imagen de archivo / EP

El consejero de Educación, Josep Bargalló, en imagen de archivo / EP

Una ley con retraso

No es la primera vez que la FP se le atraganta al Govern. La actual ley de formación profesional estuvo encallada durante años hasta que por fin la concertación social entre Foment, Pimec, UGT y CCOO desestancó una normativa largamente anhelada que contó con el apoyo de la inmensa mayoría del Parlament.

El proyecto, aprobado durante el último Ejecutivo autonómico liderado por Artur Mas, no salió adelante hasta que se acordó la representación de la Agencia Pública de Formación y Cualificación Profesionales de Cataluña --cuyos estatutos se aprobaron definitivamente hace solo una semana--. Pese al avance que supone su puesta de largo, hay organizaciones que se sienten orilladas. Es el caso de USTEC, que reprocha su falta de participación en la institución que determinará las líneas maestras de esta tipología de enseñanza en la comunidad.

Más problemas

Además, el sindicato ha emprendido una actividad importante durante las últimas semanas para lograr que el profesorado técnico de la FP no pierda su función pública tras la aprobación de la LOMLOE --la reciente ley orgánica de educación que entró en vigor el pasado 19 de enero--.

Ramón Roy, coordinador de FP de USTEC, pide a la Generalitat que luche para que este colectivo vea reconocida su posición docente, en equiparación de los titulares de secundaria tanto en categoría como salario, y sus plazas no sean ocupadas por profesorado especialista siempre que haya funcionarios interinos o de carrera. "No se trata de diferencias salariales, ya que hablamos de 52 millones para todo el Estado. Se trata de que tengan el mismo reconocimiento que el resto de profesores", indica Roy.