El pasado 12 de noviembre, la Cámara catalana aprobó una moción para la doble identificación de los agentes antidisturbios. Es decir, los Mossos d’Esquadra que pertenezcan a orden público tendrán que llevar su número también por delante y en el casco, cuando hasta ahora solo constaba en su espalda. Y, mientras la actividad parlamentaria se focaliza en señalar y vigilar la actuación de los agentes, el Govern incumple la resolución que insta a la Generalitat a condenar la violencia urbana y los desórdenes públicos.
Noche de disturbios en Via Laietana / CG
La misma resolución, la 476/X, que prohíbe el uso de balas de goma desde el 30 de abril de 2014, establece el control y la evaluación de la actuaciones policiales, así como la obligación de que el Parlament condene los alborotos y promueva el aislamiento y el rechazo social de los que provocan los disturbios. Justo lo contrario de lo que hace el Govern con Quim Torra a la cabeza y la Cámara autonómica que preside Roger Torrent.
“Somos uno de los cuerpos más fiscalizados de Europa”, recuerda la portavoz de SAP-FEPOL, Inma Viudes, y es que, como explica esta agente a Crónica Global, “que el debate se centre en la identificación, y no en condenar la violencia, ha generado malestar en el cuerpo”.
El oportunismo de centrarse en la actuación policial
“Aunque solo se hable de las pelotas de goma, con esta resolución se asumían otros compromisos, que nadie ha cumplido. Para empezar, la condena y rechazo a la violencia urbana”, señala Viudes. Abordar, de nuevo, el modelo de identificación de los agentes de orden público “ha generado malestar” porque, como recuerda la portavoz sindical, el de Mossos es uno de los cuerpos más auditados, incluso de los únicos que avisa siempre por megafonía --Brimo y ARRO-- antes de intervenir. “Que se cuestione el modelo garantista que tenemos en Cataluña no solo es muy grave, sino irresponsable e injusto”.
Esta policía critica el oportunismo de poner el foco sobre los agentes. “El eje debería ser el colapso que están provocando los incidentes en el territorio, mientras que la atención se desvía hacia la actuación de los mossos”, lamenta Viudes. “No hemos tenido apoyo parlamentario. Lo hemos repetido durante las últimas semanas, solo el del conseller, Miquel Buch. El debate siempre ha sido la profesionalidad del cuerpo, y eso alienta más a los violentos”.
Torra y el derecho a manifestación
Los agentes lamentan que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, sí haya defendido el derecho a manifestación, mientras no se ha molestado en hacer un llamamiento a la calma y el problema en las calles “se cronifica”. Desde SAP-FEPOL critican que, mientras se ha puesto el acento “en el modelo de orden público sin balas de goma, y se cuestiona la identificación de los agentes --que consta en la mencionada resolución--” omiten el apartado que insta a condenar los disturbios.

Un documento que también establece que los turnos deben ser rotativos para evitar el sobreesfuerzo de las unidades especializadas. “Los compañeros se han visto sometidos a jornadas de 18 horas, alguno incluso ha sobrepasado las 20. No como algo excepcional, sino durante 15 días seguidos. Eso es inasumible para cualquiera”, subraya Viudes.
Falta efectivos
Una carga de trabajo que no tendrá solución a corto plazo pese a la convocatoria de nuevas plazas en el cuerpo. “Hasta que se haga efectiva, pueden pasar entre seis y ocho meses. En una situación como en la que nos encontramos, no es suficiente”, apuntan desde el sindicato, que lleva alertando más de dos años sobre la falta de medios en el cuerpo.
“A pesar de lo que manifestó el Director General el lunes, que los efectivos durante los incidentes habían sido suficientes, hemos visto que no es así”, apunta Viudes, quien recuerda que la resolución que insta a la condena de la violencia también sostiene que hay que dotar al cuerpo de medios técnicos y humanos, además de velar por su buen nombre y la correcta actuación de sus efectivos.