El referéndum sobre la permanencia de Cataluña en la Unión Europea propuesto por Carles Puigdemont ha causado un enorme revuelo en los medios nacionales, pero apenas ha generado sorpresa en las instituciones europeas. “Se veía venir”, asegura un alto responsable comunitario en conversación con Crónica Global.
“Puigdemont ya había formulado críticas duras contra las instituciones europeas desde el momento en que se dio cuenta de que no iba a obtener ningún apoyo, ni de las instituciones europeas ni de los Estados miembros de la UE”, explica este alto cargo, quien afirma que la propuesta del expresidente catalán ha supuesto en Bruselas una “sorpresa relativa”.
Añade que la UE llevaba años avisando de que la independencia de Cataluña por la vía unilateral jamás podría ser aceptada. Solo hacía falta escucharla.
Prohibición de entrar en el Parlamento europeo
De la fallida aventura belga da fe el hecho de que Puigdemont ni siquiera pueda entrar en el Parlamento europeo sin autorización expresa del poder judicial del país. Un motivo más para arremeter contra la UE.
Periodistas esperan en el Palacio de Justicia de Bruselas a Carles Puigdemont
Sobre su “exilio”, fuentes de la Eurocámara afirman que “a los abogados del expresidente les ha parecido que Bélgica era el único país europeo en el que podrían tener alguna posibilidad de obtener refugio”. “De hecho, por sus actividades da la impresión de que pasa más tiempo en Flandes que en Bruselas”.
Califican de “pura huida hacia delante” su refugio belga. Una huida que, según este cargo comunitario, “forma parte de su campaña electoral”, “pero sobre eso son los electores quienes deben opinar”.
Lamentan que, por culpa del candidato de Junts per Catalunya, “la imagen de la Cataluña proeuropea, abierta, moderna, cosmopolita y emprendedora haya dado paso a una imagen mucho más bronca y con tonos euroescépticos. Obviamente no es la Cataluña real, pero sí una parte de la Cataluña política”.