Comisaría de la policía local de Viladecans (Barcelona) / GOOGLE MAPS

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Política

Estalla una crisis policial en Viladecans

El ayuntamiento incorpora a 11 agentes en prácticas para aplacar el malestar de la plantilla tras una 'huelga' de horas extra

13 agosto, 2021 00:00

El Ayuntamiento de Viladecans (Barcelona) intenta cerrar la crisis policial abierta este verano en la localidad del Baix Llobregat. Tras la huelga de horas extra realizada en julio por el personal de seguridad pública, en protesta por la sobrecarga de trabajo y la carencia de efectivos, el consistorio ha anunciado la incorporación de 11 agentes en prácticas para aplacar el malestar de la plantilla.

Sin embargo, la solución no ha contentado a buena parte de los uniformados. Fuentes consultadas por Crónica Global aseguran que este contingente no cuenta ni con formación específica ni con autorización para portar armas de fuego. "Se quiere disimular la situación con policías en la calle que todavía no están capacitados", reprocha un interlocutor.

Refuerzo policial

Un portavoz del consistorio dirigido por el socialista Carles Ruiz ha confirmado a este medio que será el próximo 16 de agosto cuando estos efectivos se sumen al cuerpo policial. El ayuntamiento defiende que estos empleados reforzarán el servicio público, pese a que todavía no cuenten con instrucción en materia de seguridad pública.

Previsiblemente, estos apoyos no se examinarán del curso de formación básica para policías que imparte el Instituto de Seguridad Pública hasta el próximo mes de enero. Pese a ello, la corporación añade la oportunidad de la medida y desmiente que el municipio haya estado desprotegido durante las pasadas semanas. "Se ha contado con la colaboración de los Mossos d'Esquadra y se ha garantizado siempre la presencia policial en la calle", menciona el mismo portavoz. Además, circunscribe la problemática a las incidencias para cuadrar horarios de las vacaciones de verano.

"Desorganización endémica"

Fuentes internas de la policía municipal coinciden en que jamás se ha dejado de patrullar la ciudad, pero destacan que el servicio ha quedado bajo mínimos por la mala planificación de la dirección. "Hay una desorganización endémica que lleva a obligarnos a cogernos horas extra. Falta personal y falta una mejor organización", ha afirmado un agente.

La institución ocupa actualmente a cerca de 75 trabajadores. Pese a que la urbe no destaca por un elevado índice de delincuencia --según los últimos datos comunicados por el consistorio en noviembre de 2020, los delitos descendieron un 6,5% entre octubre de 2019 y septiembre de 2020--, los agentes no excusan una organización de turnos y vacaciones que los lleva por rutina a encajar horas extra.

Hartazgo de los agentes

"El problema está enquistado y lo que ha pasado este verano es que muchos nos hemos hartado", sentencia un policía. Algunos sindicatos como SPC también se opusieron a la política municipal de contratación de efectivos en prácticas, a la que calificaron como "poco convencional".

Las críticas por parte de los agentes consultados son concretas. "Ha habido días en que no había patrullas de vigilancia en la playa. También ha habido ocasiones en que un único técnico de protección civil ha custodiado a solas la comisaría", señalan. El ayuntamiento espera que las incorporaciones ayuden a paliar este conflicto y pone en valor que el convenio municipal de los funcionarios fue pactado con CCOO, UGT y CSIF --aunque quedaron fuera dos sindicatos minoritarios--.