Joaquim Gay de Montellà, Foment del Treball y Josep González, Pimec: el empresariado catalán con la reforma constitucional / FOTOMONTAJE DE CG

Joaquim Gay de Montellà, Foment del Treball y Josep González, Pimec: el empresariado catalán con la reforma constitucional / FOTOMONTAJE DE CG

Política

El empresariado catalán, decepcionado con Puigdemont, aplaude la reforma constitucional

Pide que se relaje la tensión y se trabaje para superar la incertidumbre del ‘procés’, algo que considera que el presidente catalán no ha conseguido

12 octubre, 2017 00:00

“Ahora, lo más importante es que todo regrese a la normalidad”. Así se expresaban fuentes cercanas a la gran patronal catalana, Foment del Treball, tras la declaración de independencia suspendida de Carles Puigdemont, el requerimiento de Mariano Rajoy para activar la vía del 155 y el anuncio de Pedro Sánchez de que se ha pactado el abordaje de una reforma constitucional en seis meses. Es el secretario general de los socialistas quien consigue mejor imagen entre los empresarios consultados.

El presidente de la Generalitat ha decepcionado incluso a los ejecutivos que hasta ahora han apoyado de forma más firme el procés. Nombres vinculados principalmente a pymes cuyas opciones políticas personales tienen un impacto en la gestión diaria del grupo, indican otros interlocutores de las patronales catalanas. Este perfil de empresario apostaba por una proclamación clara e, igual que el resto de independentistas, están desengañados con la declaración final que se hizo en el Parlament.

Aplauso a la apelación al diálogo

Un descontento que también llega al resto de directivos que no estaban por la DUI. Aplauden la moderación final de Puigdemont y su apelación al diálogo, tal y como indicaron las dos organizaciones que han dado mayor respaldo al Govern a lo largo del procés, Pimec y Cecot, la territorial díscola de Foment del Treball.

Pero incluso voces de dentro de la patronal de pymes presidida por Josep González reconocen que no es suficiente para acabar con la situación de inestabilidad que se ha generado en Cataluña. Ejemplo de ello es el goteo de empresas que han anunciado el cambio de domicilio social en las últimas horas como Bimbo, Applus, Pangaea Oncology, Sanantur y las filiales del Grupo Divina Pastora y Axa Seguros, entre otros.

Cambios de domicilio social

Los representantes del empresariado catalán indican que su principal objetivo, más allá de garantizar que continuarán en la Unión Europea sea cual sea el desenlace del conflicto catalán, es la protección de sus principales mercados. Y en la mayoría de casos el español es más importante que el catalán.

La lista de compañías deslocalizadas será mucho más extensa cuando empiecen a salir a la luz las empresas no cotizadas y que han dado el paso de forma más discreta. Es decir, cuando se publiquen en los respectivos registros mercantiles los cambios de domicilio social.

Acuerdo del consejo catalán de la empresa

Se describe la situación actual como un intermedio en el que se pide calma. Foment del Treball, Pimec y Fepime incluso suscribieron junto a CCOO y UGT de Cataluña y el departamento de Treball de la Generalitat, encabezado por Dolors Bassa, una declaración del consejo catalán de la empresa en el que emplazan a “todas las empresas y trabajadores a tener una mirada prudente de la situación económica de Cataluña”.

En la misma declaración institucional se pide “diálogo” y se invita al “mundo socioeconómico a no tomar decisiones irreversibles que puedan acabar perjudicando a quienes las toman y al conjunto de la sociedad catalana”.

Respuesta “proporcionada” de Madrid

Unas palabras que también se dirigen a la Moncloa. El empresariado catalán aplaude la moderación del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y le pide que si finalmente aplica el artículo 155 para tomar el control de la autonomía lo haga “de forma proporcional”. Que no se dé otro paso para incrementar la tensión que se ha vivido en las últimas semanas en Cataluña como ocurrió con la intervención de la Guardia Civil y la Policía Nacional en el 1-O.

“Estamos ante problemas políticos que entre todos debemos encarrilar —indican los interlocutores consultados—, pero no podemos olvidar que quienes los deben resolver son los políticos”. El empresariado reclama que no se le arrastre a la arena como considera que ha pasado con la incertidumbre de la DUI y la posible doble legalidad, la catalana y la española, que ha propiciado el alud de cambios de sedes. Algunos reconocen cierto hartazgo con la situación y hay consenso en la petición de diálogo. “Y si es dentro del ámbito constitucional, mucho mejor”.