El pleno del Senado, durante el debate de la reforma del TC, este jueves.

El pleno del Senado, durante el debate de la reforma del TC, este jueves.

Política

El Senado aprueba sin modificaciones la reforma exprés del Constitucional

El PP rechaza todas las enmiendas. La norma permite al TC sancionar por no cumplir sus resoluciones

15 octubre, 2015 15:43

El PP ha culminado en solitario la polémica reforma de la Ley del Tribunal Constitucional (TC) que permite aplicar sanciones a quienes incumplan sus resoluciones. La modificación se ha aprobado definitivamente este jueves en el Senado, solo con los votos a favor del PP y sus aliados de UPN, la abstención de C's y el voto en contra del resto de grupos.

Como ya hizo en el Congreso, la mayoría absoluta popular ha rechazado todas las enmiendas presentadas por la oposición, con lo que la norma pasará directamente al Boletín Oficial del Estado (BOE), y entrará en viogor automáticamente en el momento de su publicación.

Esta reforma del TC ha sido controvertida por diversos motivos. En primer lugar, por los plazos. El PP la ha aprobado –siempre en solitario– por la vía de urgencia y en tiempo récord, hasta el punto de que el trámite en el Congreso sólo duró 13 días, y el Senado la ha aprobado definitivamente apenas 15 días después.

Las elecciones y el reto independentista

Las prisas para aprobar la reforma se pueden explicar por la proximidad de las elecciones y por la situación política en Cataluña, donde el presidente autonómico, Artur Mas, está imputado justamente por presuntamente desobedecer al TC. Y es que ahora la ley permite al TC que pida al Gobierno central, incluso estando en funciones, que adopte "las medidas necesarias" para asegurar la ejecución de las sentencias del alto tribunal.

La ley reformada también contempla la suspensión en sus funciones de las autoridades o empleados públicos que no cumplan las decisiones del TC. Por lo que parte de la oposición ha opinado que se trata de una reforma 'ad hoc' que posibilite una rápida suspensión de Mas, si la Generalitat toma determinadas decisiones unilaterales en relación al reto independentista en Cataluña.