Los votos de Junts pel Sí y de la CUP han permitido rechazar las enmiendas a la totalidad presentadas por PSC, PP. CSQP y Ciudadanos contra los presupuestos de la Generalitat para 2017. Unos presupuestos que incluyen una partida destinada a financiar el referéndum independentista previsto para septiembre del año próximo, aunque existen resoluciones del Tribunal Constitucional contrarias a cualquier trabajo relacionado con la ruptura con España. De esta forma, las cuentas catalanas han pasado su primer trámite parlamentario con 62 votos a favor de las enmiendas, 64 en contra y 8 abstenciones de la CUP --que ha cedido dos diputados a JxS--.
Entre el 16 y el 20 de enero tendrá lugar el debate de totalidad de las secciones presupuestarias, es decir, por consejerías. El 1 de febrero tendría lugar la elaboración del dictamen de la comisión encargada de tramitar la ley presupuestaria y, tras su aprobación y publicación en el boletín del Parlamento catalán, se abre un plazo para que el Consejo de Garantías Estatutarias –una especie de tribunal constitucional catalán-- se pronuncie. El debate final en el pleno tendría lugar los días 8 y 9 de febrero. Este calendario está sujeto a las actuaciones judiciales que el Gobierno español pueda llevar a cabo contra estas cuentas, lo que paralizaría el proceso.
Junqueras solo ha hecho referencia a ese referéndum en los minutos previos a la votación y en respuesta a la CUP, en el sentido de reafirmar su compromiso con el derecho a la autodeterminación. "El referéndum es un instrumento democràtico incuestionable. Compartimos muchas cuestiones, como que los caminos democráticos son los caminos a seguir'", ha aseverado en alusión a los cupaires.
Previamente, el líder de ERC, había puesto el acento en el gasto social, que según ha dicho, ha aumentado en 1.170 millones respecto a los de 2015. Sin embargo, la exposición no ha convencido a los grupos de la izquierda, que califican los presupuestos de "antisociales". Consideran PSC y CSQP que el modelo fiscal que reflejan la propuesta tiene visos convergentes, es decir, que no garantiza que quienes más cobran paguen más. En este sentido, han echado a faltar modificaciones del IRPF, Sucesiones y Patrimonio, pues según avisan, los nuevos impuestos creados, como el de las bebidas azucaradas o el de los bienes de lujo, no garantizan por sí solos el reparto equitativo de la riqueza.
Ambas formaciones han reprochado a Junqueras que se deje arrastrar por CDC y que "se sienta cómodo" pactando con C's y PP. También han cuestionado la euforia económica en la que se basa la previsión de incremento de ingresos. Por su parte, los populares y la formación naranja han criticado que el Gobierno catalán esté entregado al proyecto independentista, jalonado de desobediencia, de la CUP.
Pero los antisistema, que vetaron los presupuestos de 2016 forzando al presidente Carles Puigdemont se sometiera a una cuestión de confianza, no han definido aún su voto final porque, a pesar de dar apoyo a la tramitación de la propuesta de Junqueras, confían en que se puedan introducir modificaciones mediante enmiendas parciales. En este sentido, la diputada de la CUP, Eulàlia Reguant, ha citado los ejes que, según su partido, deben inspirar los presupuestos: referéndum, proceso constituyente y rescate social. Pero la propuesta que Junqueras ha puesto por encima de la mesa “es un prórroga de lo que había hasta ahora, fomenta el modelo mixto público y privado”. Ha coincidido con PSC y CSQP en que el aumento en el gasto social no llega a los niveles de 2010.
Considera preocupante que no se haya garantizado todavía una renta mínima de ciudadanía y que no se hayan tocado los impuestos que hubieran permitido tener ingresos redistributivos. Por todo ello, ha anunciado que la CUP presentará una serie de enmiendas parciales a los presupuestos que permitan asegurar que “la construcción de la nueva república se hace de forma diferente a 30 años de autonomismo”.