El presidente de la Generalidad, Artur Mas

El presidente de la Generalidad, Artur Mas

Política

El Gobierno, culpable de todos los males

Mas saca pecho de su gestión al frente del Gobierno autonómico, defiende un balance netamente positivo, evita cualquier autocrítica y achaca al Ejecutivo las estrecheces de la Generalidad.

25 septiembre, 2013 23:44

Más allá del alegato para la celebración de un referendo independentista en Cataluña, que ha centrado el discurso inicial del Debate sobre Política General, el presidente de la Generalidad ha presentado un diagnóstico optimista de la situación económica, en general, y del Gobierno autonómico, en particular.

Como no podía ser de otra forma, Mas ha apuntado al Gobierno como el principal culpable de la mayor parte de los males que afectan a Cataluña.

Según el dirigente nacionalista, el Ejecutivo nacional es responsable de que no se haya aprobado un Presupuesto de la Generalidad en 2013, y se haya tenido que prorrogar el de 2012, aunque ha prometido que, en 2014, "no habrá nuevos recortes" porque no se gastará más que en 2013, "pero tampoco menos".

También ha acusado al Gobierno de fijar un objetivo de déficit "injusto" para la Generalidad, y de "poner a las CCAA contra las cuerdas". En todo caso, ha criticado al resto de CCAA por presentar unos presupuestos con "toneladas de maquillaje" o "imposibles de cumplir", y al tripartito por dejarles como herencia "un balance tan negativo como envenenado".

El catalán, mejor que "nunca"

Mas ha destacado el buen funcionamiento de las exportaciones, y se ha felicitado de que "Cataluña ya vende más fuera de España que dentro". "Nuestra economía ya depende más del mundo que del mercado español; hay que seguir por este buen camino", ha subrayado.

Ha valorado positivamente la inversión extranjera, el turismo, y la "proyección exterior de la cultura, la lengua y el deporte catalanes". "Cataluña ha sabido proyectarse y singularizarse a nivel internacional como país imaginativo, creativo, diverso, tolerante y con una cultura y lengua propias", ha añadido.

Para Mas, esta es una cuestión "estratégica" para configurar "la identidad nacional" de Cataluña, lo que ha asociado a "la cohesión", "el bienestar social" y "la convivencia democrática". Y ha añadido:

"Tenemos el número más alto de hablantes que ha tenido nunca el catalán, una capacidad de atracción que genera nuevos hablantes que no la tienen como lengua habitual, y una presencia creciente en internet. Tenemos la ambición necesaria para que el catalán tenga la presencia que le corresponde. Por eso lucharemos con fuerza para que la realidad de la lengua catalana sea cada vez más conocida y reconocida por la comunidad europea e internacional".

Orgulloso de la gestión de la sanidad

Por otra parte, ha asegurado que ve "indicios positivos" en la evolución de la destrucción del empleo, y ha considerado que "la lucha contra el fracaso escolar empieza a dar sus frutos".

Otras políticas de las que ha sacado pecho son las de investigación, universidades, seguridad, justicia, agricultura, vivienda y bienestar social.

En este sentido, ha argumentado que "el incremento del riesgo de pobreza" es un problema que ya se daba antes de su llegada a la Presidencia de la Generalidad.

Respecto a la sanidad, ha asegurado que su política se ha orientado a conseguir "una gestión más eficiente que optimice los recursos, mantenga los niveles de atención y mejore algunos resultados", todo ello "asegurando la sostenibilidad del sistema". Unos objetivos que considera que se han alcanzado.

Acusa al Gobierno de "deslealtad institucional inmensa"

En cualquier caso, Mas ha querido subrayar que el Gobierno es el principal responsable de las incapacidades de la Generalidad, especialmente en ámbitos como la dependencia, en el que ha acusado al Ejecutivo de actuar con “una deslealtad institucional inmensa”.

En los únicos aspectos en los que ha reconocido que hay que "seguir trabajando para mejorar" es en las listas de espera de las intervenciones quirúrgicas, en el nivel de conocimiento de lenguas extranjeras de los estudiantes, en los pagos a proveedores y en la facilidad de acceso al crédito de las empresas.

No ha olvidado su intención de poner en marcha un modelo de "hacienda propia" para que la Generalidad gestione todos los impuestos en Cataluña.

Y, por último, ha apelado a la necesidad de una "regeneración democrática" para "recuperar" la "confianza" de los ciudadanos en las instituciones.