Política

El CAC no ve vulneración del honor de SCC cuando se les tilda de "quintacolumnistas" en TV3

Los consejeros designados a propuesta de CiU, ERC y PSC avalan los insultos a SCC durante una tertulia en julio pasado

13 noviembre, 2014 09:13

El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) ha adoptado un acuerdo en el que considera que no se vulneró el derecho al honor de Sociedad Civil Catalana durante una tertulia celebrada en TV3 el pasado 1 de julio en la que una participante les tidó de "quintacolumnistas" entre las mofas y signos de aprobación del resto de tertulianos, y ante la aquiescencia de la moderadora, la periodista Lídia Heredia.

El CAC señala que el principio de veracidad no es aplicable a las opiniones de los tertulianos, y tampoco ve falta de pluralidad en la tertulia, pese a que los cinco intervinientes defendían posiciones secesionistas o soberanistas.

Durante la tertulia analizada, los participantes (Joan B. Culla, Marta Alòs, Joan Majó, Marta Selva y Antonio Baños) señalaron que SCC "hacen de quinta columna"; tienen un discurso "tóxico"; "provocan misericordia"; tienen un planteamiento "que no es democrático", o "menosprecian" a los partidarios de la consulta independentista, entre otros calificativos.

Los consejeros de CiU, ERC y PSC avalan los insultos a SCC

El acuerdo del CAC, conocido este miércoles, reponde a una denuncia de SCC, que apreció un trato "vejatorio" e "inadmisible en los límites más amplios de la libertad de expresión".

Cinco de los seis consejeros del CAC, Roger Loppacher (nombrado a propuesta de CiU), Carme Figueras (por el PSC), Yvonne Griley, Eva Parera y Salvador Alsius (designados tras un acuerdo entre CiU y ERC) ha votado a favor del dictamen. Solo Daniel Sirera (nombrado a propuesta del PP) se ha opuesto.

"Intervenciones básicamente irónicas"

SCC denunció que tildarles de "quintacolumnistas" implica considerales "como un grupo organizado que en un país en guerra actúa clandestinamente en favor del enemigo (RAE) o como trabajo político y militar efectuado en el mismo territorio del adversario (Diccionario del Instituto de Estudios Catalanes), esto es, como agentes del enemigo exterior".

El CAC, en cambio, argumenta que los comentarios de Alòs se efectúan "en el contexto de unas intervenciones básicamente irónicas realizadas mediante un conjunto de referencias figuradas" y "el concepto se entiende en el marco de la discusión política entre grupos y partidos partidarios y contrarios a la celebración de una consulta" independentista.

"Utilización figurativa o metafórica"

Según el CAC, se trata de una "utilización figurativa o metafórica del término [quinta columna] en el debate político, social, cultural e, incluso, deportivo", que supone "hoy un recurso dialéctico o un recurso de estilo incuestionable".

Y para ello recoge otras referencias al término "quintacolumnista" en artículos de opinión publicados hace años de El País, El Mundo, El Confidencial, La Provincia de Las Palmas y La Opinión de Málaga.

"Aumento del grado de toleracia aceptable" en caso de críticas políticas

"En consecuencia, si bien la utilización de la expresión 'quinta columna' o 'quintacolumnista', considerada aisladamente, podría constituir una adjetivación descalificadora de la persona a la que se dirige, cuando se pone en relación a la información que se pretende comunicar o con la situación política que se quiere transmitir, esta crítica, como ha señalado muy recientemente el Tribunal Supremo en la sentencia de 24 de septiembre de 2014, experimenta una disminución de su significación ofensiva y sugiere un aumento del grado de tolerancia exigible", añade.

Aunque reconoce que "pueda no ser plenamente justificable, ya que el artículo 2.1 de la Ley Orgánica sobre Protección Civil del Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen remite a los usos sociales vigentes en cada momento como delimitadores de la protección civil del honor".

La "veracidad" no se debe aplicar a las tertulias por ser opinión

Por otra parte, el CAC admite que la normativa exige que la información de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) sea "veraz, objetiva y equilibrada, y respetuosa con el pluralismo político y social", y debe promover "la convivencia cívica, el desarrollo plural y democrático de la sociedad, el conocimiento y el respeto a las diversas opciones y manifestaciones políticas, sociales, lingüísticas, culturales y religiosas presentes en el territorio de Catataluña".

Sin embargo, destaca que "la veracidad" está "excluida del ámbito de la libertad de expresión", y que las acusaciones de Alòs se produjeron en una tertulia donde se vierten opiniones "de carácter personal y subjetivo".

Defiende el "pluralismo político" de TV3

El CAC también rechaza que haya falta de "pluralismo político" porque considera que este "no se puede apreciar teniendo en cuenta única y exclusivamente la emisión de una parte de una tertulia".

Así, considera que "la eventual falta de pluralidad en una tertulia concreta ha sido compensada o equilibrada, incluso en este caso, con rigurosa réplica, en una tertulia posterior".

El CAC se limita a pedir "extremar el cuidado en el uso del lenguaje"

Finalmente, el CAC exime de cualquier responsabilidad a la moderadora de la tertulia, la periodista Lídia Heredia, porque "interviene para recordar el derecho a la discrepancia de SCC".

Y se limita a recordar a TV3 que "en unos momentos de debate político y social intenso, hay que extremar el cuidado en el uso del lenguaje empledo, así como en el equilibrio de puntos de vista en las tertulias, al efecto de respetar las diferentes sensibilidades de la ciudadanía".

Sirera acusa a TV3 de falta de pluralismo político

Sirera, en su voto particular, no lo ve igual que el resto de consejeros del CAC. En relación a los argumentos sobre el pluralismo político, se pregunta: "¿Existe pluralimo político cuando todos los participantes en una tertulia son partidarios de la independencia de Cataluña? ¿Existe pluralismo político cuando en un documental de una hora y media aparecen 111 intervenciones de 31 personas todas ellas defendiendo el derecho a la autodeterminación de Cataluña?". Y denuncia que la oposición a la convocatoria de una consulta unilateral sobre la secesión "no es una posición minoritaria de la sociedad catalana, aunque sea residual en las tertulias y programas que dependenden de la CCMA", como ocurrió en la tertulia en cuestión.

En ese sentido, recuerda que más de la mitad de los diputados de Cataluña votaron el 8 de abril de 2014 en el Congreso en contra de ceder a la Generalidad la competencia para celebrar un referéndum secesionista. "¿Esa representatividad democrática se está trasladando a las tertulias y programas de la CCMA?", se vuelve a preguntar.

Una expresión que marca a una parte de la comunidad como desleal a esta

Sirera discrepa de la opinión del CAC de que tildar de "quintacolumnistas" a SCC no sea "un insulto ni una descalificación". Recuerda que el origen de este término se refiere a los madrileños que simpatizaban con los militares que dieron el golpe de Estado de 1936 y que dio lugar a la Guerra Civil.

Se trata de una expresión que "se usa desde entonces para designar, en una situación de confrontación bélica, a un sector de la población que mantiene ciertas lealtades (reales o percibidas) hacia el bando enemigo, debido a motivos religiosos, económicos, ideológicos y/o étnicos". "Tal característica hace que se vea a la quinta columna como un conjunto de personas potencialmente desleales a la comunidad en la que viven y susceptibles de colaborar de distintas formas con el enemigo", añade.

Se está "fomentando el odio"

Y coconsidera que acusar a SCC de "quintacolumnista" es "introducir el llamado discurso del odio contra una parte de la sociedad catalana que no opina lo mismo que la tertuliana que utilizó dicha expresión". Una expresión que incluso podría ser delictiva, según recoge el Código Penal, ya que "no cabe duda que quienes califican de traidores o 'quintacolumnistas' a los miembros de SCC están fomentando el odio contra aquellos catalanes que defienden su origen nacional español y se manifiestan públicamente a favor de la permanencia de Cataluña dentro de España".

Finalmente, Sirera advierte de que la condutora del programa "no puede mantenerse equidistante -como hizo- frente a quién, en una televisión pública, está acusando de enemigos o quintacolumnistas a una parte importante de la sociedad catalana".