Los diputados de la CUP Benet Salellas, Anna Gabriel y Antonio Baños

Los diputados de la CUP Benet Salellas, Anna Gabriel y Antonio Baños

Política

El 'ala dura' de la CUP se acerca a Mas

“Si todo el discurso que estamos haciendo y diciendo que no a la investidura de Mas la gente no lo entiende, ¿tiene sentido continuar con esta postura por coherencia estricta?", se pregunta Benet Salellas, uno de los más críticos con el líder de CDC

26 noviembre, 2015 23:06

Artur Mas de muestra cada vez más convencido de que, finalmente, conseguirá que la CUP --o, al menos, dos de sus diputados-- apoyen su investidura como presidente de la Generalitat. Y los últimos posicionamientos de algunos de los pesos pesados de la formación antisistema parecen darle la razón.

A las dudas mostradas en los últimos días por parte de Poble Lliure (que tiene al diputado Albert Botran como dirigente más visible) y de concejales como Juli Cuéllar, de Mataró (uno de los bastiones cupaires tradicionales), ahora se ha sumado la de otra de las voces más autorizadas en el partido: Benat Salellas.

"Solos y presionados"

En una entrevista para el diario Ariet, el diputado --uno de los más críticos con el presidente en funciones de la Generalitat-- admite que “tú puedes hacer una cosa políticamente impecable y coherente, pero si no lo entiende nadie, desde una perspectiva política no sirve”. “Si todo el discurso que estamos haciendo y diciendo que no a la investidura de Mas la gente no lo entiende, ¿tiene sentido continuar con esta postura por coherencia estricta? Yo ahora mismo dudo y también me lo pregunto”, añade.

Salellas insiste en que se sienten “solos y presionados”. “Encontramos mucha pasividad y actitudes exigentes. Nos falta un apoyo explícito de aquel sector social que ve con buenos ojos que no invistamos a Mas”, lamenta. Y recuerda las palabras que les dirigió Mas durante las negociaciones: “Este es un pulso entre mi gente y vuestra gente, y este pulso lo ganará mi gente”.

Lo cierto es que Mas se siente cada vez más fuerte, lo que explicaría que la oferta de Junts pel Sí a la CUP que se ha conocido este jueves contemple cesiones muy limitadas de las atribuciones del presidente de la Generalitat. La resistencia de la CUP empieza a agotarse.