Josep Antoni Duran i Lleida, líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso

Josep Antoni Duran i Lleida, líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso

Política

Duran se desmarca del sí o no que exige ERC a Mas para un hipotético referéndum

El democristiano no quiere que si se convoca un referéndum de independencia en Cataluña las opciones de respuesta sean solo sí o no. Recuerda que la salida de España supondría, automáticamente, la salida de la Unión Europea; e insta a que se negocie "una consulta libre y democrática". UDC marca distancias con CDC.

23 septiembre, 2013 10:37

Josep Antoni Duran i Lleida es el número uno de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y el dos de CiU. De hecho, es el portavoz y hombre de CiU en el Congreso. Este lunes, en una extensa columna publicada en La Vanguardia marca distancias con su número uno en la coalición nacionalista y presidente de la Generalidad, Artur Mas: referéndum independentista, sí; pero con varias respuestas.

Rizar el rizo o conseguir un imposible es la opción que propone Duran i Lleida en el manido asunto de la propuesta para convocar un referéndum de autodeterminación. Cataluña es "nación", dice, y por lo tanto UDC reclama "el derecho" a ejercer "una consulta libre y democrática" que, en su opinión, también piden CDC, ERC, ICV-EUiA y hasta el PSC, asegura, cuya propuesta "se ha acercado considerablemente" a lo defendido por CiU.

Duran i Lleida insiste en que este referéndum "se tiene que hacer de manera legal y con plena libertad para debatir todo lo que haga falta", contando con "la sociedad civil", y sobre todo haciendo las cosas "bien", de "una manera escrupulosamente democrática", "ordenada" y que permita "debatir y escoger sin coacciones ni imposiciones". 

"El futuro no se puede decidir por el éxito de cien manifestaciones"

Es en este marco en el que el líder de UDC centra el tema y señala -reitera, en realidad- y defiende "otras opciones" a las de la independencia, sin llegar a ser "antiindependentistas", porque, en su opinión, separarse del resto de España no es viable ni oportuno.

Así, Duran i Lleida hace un llamamiento a unirse en pos de un objetivo común: conseguir la celebración del referéndum de independencia, y no discutir, es decir, dividirse, sobre "las opciones diferentes que se tendrán que votar". "El futuro de Cataluña no se puede decidir por el éxito de una o de cien manifestaciones, sino por la fuerza de las urnas y de los votos", asegura.

¿Pero qué opción defenderá UDC en caso de convocar a la ciudadanía a las urnas para preguntar por la secesión? Esto dice Duran i Lleida:

"Cuando se tenga que decidir, Unió ayudará a que, llegado el momento, un sector amplio de la sociedad que no quiere rendirse ni desaparecer como nación tenga otras opciones que no sean la secesión o la asimilación y sumisión. Lo hará, como ya lo venimos haciendo desde nuestro primer día de existencia. Históricamente, Unió ha defendido siempre un entendimiento con el resto de pueblos de España, en el que esté plenamente reconocida y garantizada la soberanía de Cataluña. Lo hemos formulado muy claramente cuando reclamamos una España plurinacional, pluricultural y plurilingüística con un modelo confederal".

Eso sí, advierte a todos, también a los confederalistas convencidos: "El separatismo no nos da miedo si esta fuera la única posibilidad -siempre que fuera viable- de defender los derechos de la nación catalana". Pero reitera, la opción de UDC es una pregunta que permita respuestas "más allá del blanco o negro". Y pide respeto para los que defienden esta opción.

Una vía intermedia

Por lo tanto, desde la dirección de UDC se apuesta por un referéndum de autodeterminación con más de una respuesta, sin ese sí o no que ERC y Oriol Junqueras exigen a Mas para entrar en la Generalidad y asumir el desgaste que supone gobernar en plena época de crisis y recortes en materia social.

Duran i Lleida opta por "una tercera vía": entre la recentralización del Estado y la independencia. Una opción que reconoce "difícil", sobre todo, si "en el otro lado [el Gobierno] no hay nadie". Pero cree que es el mejor camino, un recorrido "fructífero si se puede encontrar el punto de equilibrio entre las legítimas aspiraciones nacionales de Cataluña y los lazos efectivos y las diversas utilidades de todo tipo, resultado de muchos años de historia compartida, pero no siempre feliz" con el resto de España.

Finalmente, el diputado -no hace mucho el mejor valorado por la ciudadanía- carga contra los políticos que "no saben hacer nada más" que alimentar los "sentimientos" para aprovecharse de ellos, ya que provocan "una confrontación de sentimientos" en Cataluña y el resto de España.